REGINA: NO AL CARPETAZO

Contra la versión oficial que da por esclarecido el crimen de la periodista Regina Martínez con la detención de un supuesto asesino confeso y la identificación de otro presunto agresor, para buena parte de la opinión pública el caso sigue abierto, pues no hay certeza de que se esté haciendo justicia.

De acuerdo con un reporte del periodista Mike O’Connor, corresponsal en México del Comité para la Protección de Periodistas, organismo internacional que monitorea y denuncia los ataques a la libertad de prensa en el mundo, el hombre que fue detenido por la Procuraduría estatal y a quien ya le dictó un auto de formal prisión, Jorge Antonio Hernández Silva, habría acusado torturas y amenazas a la vida de su madre para que asumiera la responsabilidad del asesinato de la periodista veracruzana.

En su texto, publicado en la página Web del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés), O’Connor señala que “el hombre quien el fiscal del estado dijo que libremente había confesado al asesinato de Martínez, reclamó en su primera comparecencia antes un juez que había sido torturado y su madre amenazada con la muerte si él no confesaba al asesinato. El hombre, Jorge Hernández Silva, se retractó de su confesión, según funcionarios federales”.

O’Connor –quien ha trabajado para The New York Times y CBS News– refiere que de la oficina del procurador de Justicia del estado, Amadeo Flores Espinosa, no respondieron a la solicitud del CPJ para que hiciera un comentario respecto de esta información.

El señalamiento es grave y sería sano que se diera una explicación que no deje lugar a dudas. Porque hasta ahora, los elementos en los que se basa la Procuraduría para dar por cerrado el caso son las declaraciones de Hernández Silva, mismas de las que, como se comentó antes, se habría desistido al comparecer ante un juez.

Sobre el otro acusado, José Adrián Hernández Domínguez, alias “El Jarocho”, quien se encuentra prófugo, lo que se sabe es que tiene antecedentes penales, y que en marzo pasado fue detenido por robo a transeúnte, pero dejado libre bajo fianza.

Según el reportero del semanario Proceso Jorge Carrasco, a “El Jarocho” pretenden presentarlo como supuesto “novio” de Regina Martínez, para de esa forma “acreditar” el crimen por robo y/o motivos pasionales, y desvincularlo de la actividad periodística de la comunicadora. Y de paso, agregaría yo, enlodar su nombre.

No convence la versión del procurador Flores Espinosa. La intención de darle carpetazo lo antes posible al caso es muy evidente. No hay que aceptarlo. Si de verdad quieren hablar de pulcritud en las diligencias del caso, se deben agotar realmente todas las líneas de investigación. Regina se lo merece.

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