HACIA UN ERROR HISTÓRICO
La noche de este martes se consumó lo que en
los hechos es el peor ataque a la división de poderes en México de los últimos
30 años, con la extinción de 13 de los fideicomisos con los que opera la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Bajo una falsa premisa –los supuestos
“privilegios” de los integrantes del Poder Judicial que serían financiados con
ese dinero-, el obradorato no solo instrumentó su venganza contra la Corte por
todas las leyes que le ha echado abajo por inconstitucionales. Fue también la
primera piedra de lo que llaman el “plan C” para desbaratar la autonomía de los
poderes de la Unión si Morena y sus aliados sanguijuelas llegan a obtener la
mayoría calificada en el Congreso de la Unión en las elecciones del año
próximo.
En total, el régimen le arrebataría al Poder
Judicial alrededor de 15 mil millones de pesos, afectando gravemente su
funcionamiento, pero también las prestaciones y derechos de los trabajadores,
lo cual miserablemente los palafreneros del régimen han querido negar.
Así lo explicó con gran claridad la oficial
mayor de la SCJN, Gisela Morales, quien aclaró que esos fideicomisos no
son privilegios, sino derechos y prestaciones de los trabajadores del Poder
Judicial, entre éstos, las pensiones complementarias y apoyos médicos
extraordinarios.
En una reunión con diputados federales –que
fue un diálogo de sordos con quienes en los hechos se comportan como meros
testaferros del régimen y solo sirven para levantar el dedo-, la experimentada
funcionaria de la SCJN les dejó en claro que conceptos que el morenato tilda de
“privilegios” de los trabajadores de ese Poder, como la compensación
garantizada y la gratificación de fin de año, aparecen en los recibos de nómina
de los servidores públicos de todos los poderes. Sí, en el Ejecutivo y el
Legislativo cobran eso mismo que aprobaron quitarle a los empleados del Poder
Judicial.
Pero en tiempos como los actuales, en los que
la verdad es sometida por los sofismas, las medias verdades y las mentiras
completas, no hubo argumento que valiera. La instrucción del Ejecutivo a sus
dóciles, serviles e ignorantes diputados fue darle una puñalada a la Corte para
que, como dicen los sicarios –y como tal se comporta el obradorato-, “aprendan
a respetar”. Así lo hicieron. Incluidos los dizque “rebeldes” legisladores afines
al cada vez más patético Marcelo Ebrard.
El gobierno que encabeza Andrés Manuel López
Obrador lleva un lustro buscando destruir cualquier contrapeso a sus ambiciones
de poder absoluto, haciendo retroceder al país a los tiempos del partido
oficial hegemónico y todopoderoso, símbolo del sistema presidencialista
autocrático del que abrevó toda su vida el aprendiz de tirano que mal gobierna
México como un priista de la más vieja y caduca guardia.
A pesar del golpe, probablemente la Corte
encuentre la salida jurídica para evitar la consumación del atraco. Lo cual
solo le dará al obradorismo un lema de campaña sobre el cual articular su discurso
para pedir el voto: acabar con los “privilegios” a través del llamado “plan C”,
que en los tiempos del priato se llamaba el “carro completo” y que le garantizó
a éste continuidad. Pero sobre todo, impunidad.
En los ciudadanos está decidir si cometer o
no un error histórico en 2024.
La
peor Legislatura de la historia
¿Cómo no van a querer someter a la Corte, si
tiro por viaje exhibe las pifias e incompetencia del morenato, como en
Veracruz?
Email: aureliocontreras@gmail.com
X: @yeyocontreras
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