UN GOBIERNO QUE NO DA PARA MÁS
Imagen: archivo |
Si hay un gobierno mal calificado a nivel
nacional, ése es el que encabeza el morenista Cuitláhuac García Jiménez en el
estado de Veracruz.
Prácticamente en todo el tiempo que lleva
como gobernador de Veracruz, García Jiménez ha sido ubicado en los últimos
lugares de todas las encuestas en cuanto a percepción ciudadana sobre su
desempeño, solo superado por el infumable mandatario poblano Luis Miguel
Barbosa, a quien sí que está difícil disputarle el puesto como el peor.
Pero eso no nos sirve de consuelo a quienes
vivimos en la entidad veracruzana. La administración de Cuitláhuac García ha
sido una pantomima de gobierno, en la que el titular formal del Ejecutivo no
ata ni desata, sino que se la lleva “de muertito”, arrinconado entre todos los
intereses que hay a su alrededor y que, obviamente, no le responden a él sino a
otros actores políticos del morenato que son aún mucho más dañinos que el propio
“gobernador”.
Y ése ha sido quizás su mayor problema. Que
como a “Mandibulín”, aquel personaje de una caricatura de la década de los 70,
nadie lo respeta. Resulta impensable que a algún gobernador anterior lo
ninguneara su secretario de Gobierno o lo ignorara el de Salud porque forman
parte del equipo de otros encumbrado políticos de la autodenominada “cuarta
transformación”. O simplemente porque fueron colocados en esas posiciones por
decisión presidencial, habida cuenta que el actual régimen gira en torno de la
figura del líder “infalible” y, por ende, incuestionable.
Eso tampoco quiere decir que García Jiménez
sea una pobre víctima de las circunstancias. En las posiciones políticas que le
han concedido para colocar personas afines, ha ido del nepotismo descarado,
como es el caso de su primo Eleazar Guerrero –quien desde la Secretaría de
Finanzas y Planeación controla muchos de los negocios que los “impolutos”
morenos realizan desde el poder que en su vida soñaron ejercer-, a la rapacidad
e incompetencia del secretario de Infraestructura y Obras Públicas Elio
Hernández, que no ha construido una sola obra de mediana envergadura en año y
medio y, las pocas y muy pequeñas que hace las deja tiradas –provocado
accidentes fatales-, las reporta como terminadas y claro, las paga como tales a
empresas que, en repetidas ocasiones, son seleccionadas pese a no ofrecer las
mejores condiciones de precio y ejecución. Ni qué decir de Iván Luna, quien
cobra en Comunicación Social y más que el encargado de su imagen, parece el
peor enemigo del gobernador.
Lo más grave y que también es una constante
en los perfiles de buena parte –con contadísimas excepciones- de quienes llegaron
al Gobierno de Veracruz de la mano de la avalancha electoral del
lopezobradorismo, es la abierta y supina incompetencia de neofuncionarios que
son nombrados en sus cargos por su afinidad con el proyecto político de Morena
e incluso por el nivel de abyección y fanatismo que demuestren hacia el
“movimiento” y su “líder”. La capacidad es lo de menos.
Ello quedó más que de manifiesto luego de
que, a través de una maniobra en el Congreso local en la que se le despojó de
su autonomía, en el Colegio de Veracruz fue nombrado como titular –que ya ni a
rector llega, porque desaparecieron el cargo en esa reforma legal- un oscuro tinterillo
de nombre Mario Raúl Mijares, especializado en alabanzas al presidente, que
presume de una alta preparación académica y escribe con faltas de ortografía en
sus redes, y sobre quien pesan señalamientos que lo involucran en presuntos
casos de acoso hacia estudiantes. Una “selfie” suya con el torso desnudo tomada
en un espejo que circuló en redes este mismo jueves avivó las suspicacias
acerca de su conducta personal.
Por todo lo anterior, no es de extrañar que
lo más relevante que ha hecho Cuitláhuac García Jiménez en los últimos meses
haya sido salir un sábado a “chapear”, machete en mano, un camellón de Xalapa
con el objetivo de exhibir el abandono en que tiene a la capital del estado el
presidente municipal… que también es de Morena. ¡Ah! Y ordenar auditorías en
contra de un medio de comunicación, el periódico El Dictamen, porque exhibió el
autoritarismo y las amenazas que le lanzó el secretario de Gobierno Eric
Cisneros.
No les da para más. Ése es su nivel.
Email: aureliocontreras@gmal.com
Twitter: @yeyocontreras
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