DESTAZAR A LA APIVER
Fotografía: lopezobrador.org.mx |
Aunque en muchas ocasiones ha quedado en
evidencia que la supuesta “inocencia” y/o ignorancia del presidente Andrés
Manuel López Obrador en ciertos temas no es más que parte de su estrategia para
distraer la mirada de asuntos verdaderamente graves –como los casi 58 mil
muertos por la pandemia hasta el último reporte-, tampoco hay que perder de
vista que se encubren intenciones aviesas que no son claras a simple vista.
La mañana de este martes, el presidente de
México salió a azuzar a sus huestes con una pretendida “noticia bomba”, dizque
prueba de la corrupción que su gobierno jura que “combate”: al final del
sexenio de Enrique Peña Nieto se concedió una prórroga de 50 años a una
concesión para la operación del puerto de Veracruz, misma que ya contaba con una
adjudicación por otros 50 años concedidos desde 1994, en el gobierno de Carlos
Salinas de Gortari.
“Peña amplió la concesión hasta el 2094, es
decir, por un siglo. Ni en el porfiriato. Actuaremos legalmente”, manifestó
López Obrador, haciendo arder las redes a través de sus hordas de bots y trolls
que aplaudieron a rabiar sus dichos, sin someterlos al mínimo análisis.
En la mañanera, López Obrador se reservó el
nombre de la “maléfica” empresa beneficiaria de semejante “acto de corrupción”,
hasta que comenzó a trascender su identidad y él mismo la confirmó más tarde en
su cuenta de Twitter, donde publicó la prórroga al título de concesión: la
“malvada” y “corrupta” concesionaria no es otra que la Administración Portuaria
Integral de Veracruz S.A. de C.V., mejor conocida como Apiver.
Y resulta que la Apiver, para efectos legales
y prácticos, forma parte de la estructura del propio Gobierno Federal. Su
titular es nombrado por el Secretario de Comunicaciones y Transportes y su
Consejo de Administración está integrado por funcionarios de la SCT y la
Dirección de Aduanas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Asimismo,
como accionistas fungen la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante de
la misma SCT y el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), que
es una institución financiera de desarrollo que también forma parte del Estado
mexicano.
Por si no bastase, la extensión de la
concesión de la que López Obrador acaba de “enterarse” porque se lo “informó”
la recién nombrada titular de la Coordinación General de Puertos y Marina
Mercante, la ex secretaria de Gobierno de la Ciudad de México Rosa Icela
Rodríguez –que se ve que del manejo de puertos no tiene la menor idea- está
mencionada claramente en el sitio de Apiver hospedado en la propia página web
del Gobierno de la República, donde se menciona literalmente que desde su
creación y “conforme a la Ley de Puertos, la Apiver se constituyó como una
Sociedad Anónima de Capital Variable. El Gobierno Federal le otorgó una
concesión por un periodo de 50 años, prorrogables a otros 50 años”. ¿Dónde está
la sorpresa y, sobre todo, la ilegalidad?
En la misma página web se destaca que “en
1994, cuando la Apiver tomó el control del puerto, se movilizaban 6.9 millones
de toneladas de carga; el año 2012 el Puerto de Veracruz movilizó más de 22
millones de toneladas como ejemplo del crecimiento y la productividad alcanzada
a raíz de creación de la Apiver”. Antes de eso, el recinto portuario estaba en
manos de los sindicatos “que mantenían un monopolio en las maniobras de carga y
descarga de las mercancías”, lo cual provocó la requisa de 1991.
La Apiver es de los pocos ejemplos de
paraestatales mexicanas que no generan pérdidas sino ganancias. Y en el mismo
título de prórroga de concesión está indicada la razón de la misma: la
ampliación del puerto de Veracruz, cuya última etapa de operación se estima
hacia el año 2030 y por lo cual, desde el 5 de abril de 2017, se solicitó “la
prórroga de la vigencia de la concesión por un plazo igual al originalmente
otorgado”. Todo estaba allí, pero los “iluminados” de la “4t” apenas lo
“descubrieron”.
La pretendida intención de autorrevocarse la
concesión puede tener dos objetivos: distraer mediáticamente para que se deje
de hablar que México seguramente llegará a los 60 mil muertos por la covid-19
esta misma semana; o bien, destazar a la Administración Portuaria Integral de
Veracruz para meterle mano directamente a sus recursos y de paso, retornar al
viejo modelo que generaba pérdidas, mafias y grandes negocios particulares.
Así “lucha” contra la corrupción la mal
llamada “cuarta transformación”.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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