IGUAL DECÍAN LOS FASCISTAS
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Fotografía: Agencia de Noticias RTV |
El autoritarismo rampante que caracteriza al
régimen de la mal llamada “cuarta transformación”, a sus corifeos vociferantes y
a sus textoservidores a sueldo, tanto a nivel estatal como nacional, apunta sus
armas contra la libertad de expresión afectando incluso el derecho al trabajo y
las garantías laborales.
Frente a casos muy mediatizados como el de la
sentencia millonaria contra el académico y periodista Sergio Aguayo –si bien no
acreditable al actual gobierno como tal, sospechosamente dictada en el momento
del resurgimiento, con la venia de la “4T”, de la influencia política de Elba
Esther Gordillo, “madrina” del demandante Humberto Moreira- aparecen muchos
otros signos que cada vez dejan menos dudas sobre la intención del
lopezobradorismo de acallar a los críticos de una u otra forma. Incluso, si sus
críticas son vertidas en espacios privados y/o personales.
Valga el ejemplo de los sucesivos despidos
que se están llevando a cabo en los medios públicos, que se han convertido en
un botín para que los propagandistas del régimen los vuelvan unos miserables
pasquines difusores de adoctrinamiento basura, disfrazado de información o
entretenimiento.
Fue, por ejemplo, el caso del reconocido periodista
Javier Solórzano, quien de buenas a primeras fue informado de que Canal Once
prescindiría de sus servicios luego de seis años como conductor del noticiero
nocturno de la emisora operada por el Instituto Politécnico Nacional. La razón
aducida por la dirección –a cargo de un conocido mercenario de la política, el
ex gobernador priista de Tlaxcala y hoy senador con licencia de Morena, José
Antonio Álvarez Lima- fue que las noticias ahora serían presentadas por los
propios reporteros, sin un presentador gancho. Lo que más bien apesta a
censura.
Los medios públicos en los estados no están
exentos de estas prácticas. En Radiotelevisión de Veracruz –dirigida por el ex
reportero Víctor Hugo Cisneros, sobrino del secretario de Gobierno Eric Patrocinio
Cisneros Burgos- se registran despidos desde el mes de diciembre que han
afectado a personal que llevaba incluso más de 10 años de laborar en la
emisora, bajo el sobado pretexto de la austeridad.
Sin embargo, es un hecho que se preparan
nuevas contrataciones de personal afín, personal y políticamente, a la
directiva, mientras que a muchos de los despedidos -en condiciones leoninas- se
les puso en esa “lista negra” por no coincidir con los prejuicios y candados
ideológicos de la “4T”.
Asimismo, periodistas críticos que no aceptan
“cochupos” del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez reciben presiones, vía la
amenaza con despojar de sus fuentes de trabajos a familiares que laboran en la
administración estatal, para que se “alineen” o se atengan a las consecuencias.
Huelga decir que esto sucede también estados
como Puebla y otros donde los gobiernos de Morena han implantado un terrorismo
laboral sistemático, que llega hasta la delación de las conversaciones
informales y las opiniones expresadas en el fuero personal. Cualquier crítica a
la “cuarta transformación” es suficiente para causar un cese fulminante.
Mientras eso sucede y desde sus redes
sociales algunos “notables” lopezobradoristas difaman impunemente a los
ciudadanos que expresan legítimamente su desacuerdo con el gobierno y sus
decisiones; mientras un alcalde de Morena en Sinaloa manda a asesinar a un
reportero; desde el gobierno de la República se jura que “son tiempos nuevos;
no hay corrupción ni autoritarismo; se respeta la libertad, la crítica y la
diversidad de pensamiento”.
Igual decían los fascistas.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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