NERÓN TOCA LA LIRA
Imagen: Informe “Los derechos humanos en las Américas. Retrospectiva 2019”, Amnistía Internacional |
Vaya diagnóstico sobre la situación de los
derechos humanos en México en tiempos de la “4T” el que difundió este jueves 27
de febrero Amnistía Internacional (AI).
En su informe “Los derechos humanos en las
Américas. Retrospectiva 2019”, uno de los organismos internacionales más
respetados del mundo puso en evidencia una cruda realidad que en México se
intenta cubrir a golpe de discursos huecos, propaganda y despilfarro de
recursos: que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador las violaciones a
derechos fundamentales son tanto o más recurrentes que las de administraciones
pasadas.
Amnistía Internacional destaca que en el
primer año del actual sexenio, en México persiste “la impunidad por violaciones
de derechos humanos y crímenes de derecho internacional”, mientras el
Presidente “menospreció públicamente el trabajo de las organizaciones de la
sociedad civil”, prohibiendo su financiamiento con recursos federales y, en
consecuencia, afectando a “albergues para personas migrantes, los refugios para
mujeres víctimas de violencia de género y las organizaciones de derechos
humanos”.
En el documento, este organismo critica que
México “prometió adoptar un enfoque de la migración basado en los derechos
humanos”, pero que ante las amenazas de Estados Unidos con la imposición de
aranceles comerciales, el gobierno “cambió su posición, con graves
consecuencias para las personas migrantes y solicitantes de asilo”.
Se puntualiza que la Ley Nacional sobre el Uso
de la Fuerza aprobada por el Congreso de la Unión para darle un marco legal a
la Guardia Nacional no cumple “con el derecho y las normas internacionales de
derechos humanos”, pues no incorpora “de manera precisa los principios de
legalidad, necesidad, proporcionalidad, prevención y protección de la vida” y
da cabida “al uso de la fuerza letal en circunstancias no previstas por el
derecho internacional”.
También se enfatiza que el arresto y la detención arbitraria siguen siendo
generalizados y muchas veces derivan en otras violaciones, como la tortura, ya
que “los agentes encargados de hacer cumplir la ley” siguen “sin tener en
cuenta los derechos de las personas detenidas”, mientras que una reforma legal
amplió la lista de delitos a los que les es aplicable la prisión preventiva
oficiosa, impidiendo a los jueces evaluar la necesidad de la misma en cada caso
y eludiendo la revisión periódica de la detención, con lo que se viola el
derecho a la presunción de inocencia.
La tortura y las desapariciones forzadas a
manos de agentes del Estado y no estatales –continúa el informe de AI- siguen
siendo “un importante motivo de preocupación”, ya que los responsables gozan
“de una impunidad casi absoluta”. Y agrega un dato escalofriante: “las
autoridades federales declararon que, a 31 de diciembre, había al menos 61 mil
637 personas desaparecidas” en México.
Un apartado toral del informe de Amnistía
Internacional es el de “Violencia contra Mujeres y Niñas”, en el cual se hace
hincapié en que la violencia de género es “generalizada”, que las autoridades
no investigan esos delitos y los responsables rara vez comparecen ante la
justicia, mientras que se abrieron mil seis investigaciones por feminicidios.
“Las autoridades mantenían en 18 estados 20
protocolos conocidos como ‘Alerta de violencia de género contra las mujeres’.
Esos mecanismos de alerta, establecidos por la Ley General de Acceso de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia, dependían de esfuerzos coordinados para
confrontar y erradicar la violencia contra mujeres y niñas. Al terminar el año,
no había ninguna señal de que los mecanismos de alerta hubieran reducido la
violencia de género”, sentencia Amnistía Internacional.
Asimismo, subraya que los defensores de
derechos humanos continuaron sufriendo “amenazas, acoso y ataques a causa de su
trabajo”, mientras que 23 de ellos fueron asesinados, sin que se registraran
avances significativos en las investigaciones sobre estos homicidios.
En materia de libertad de expresión, Amnistía
Internacional reportó que “continuaron las amenazas, el hostigamiento, las
agresiones e incluso los homicidios contra periodistas. Al menos diez
periodistas, hombres y mujeres, fueron asesinados. Las autoridades no
realizaron avances significativos en las investigaciones de esos delitos. El
gobierno federal no anunció en el curso del año ningún plan sustancial para
proteger a ese colectivo. Los periodistas expresaron su preocupación por el
menosprecio mostrado por el presidente hacia los y las profesionales del sector
y los medios de comunicación que criticaban sus políticas, pues dicho
menosprecio podía tener un efecto disuasorio”.
Y mientras Amnistía Internacional presentaba
este demoledor informe que exhibe mundialmente al gobierno mexicano –junto con
varios más, no solo habla de nuestro país, cabe mencionar-, la presidenta
espuria de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra, está
ocupada colaborando con la destrucción de la autonomía de los órganos
electorales. Y el presidente López Obrador se enfoca en asuntos tan
“importantes” como… recibir beisbolistas en Palacio Nacional.
En lo que México arde, Nerón toca la lira.
Fotografía: Twitter de @lopezobrador_ |
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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