LA CRISIS DE LA BASURA
Fotografía: tomada de redes sociales |
La severa crisis de servicios públicos por la
que atraviesa la capital del estado de Veracruz merece un análisis a la luz de
las responsabilidades que habría que adjudicar a quien las tenga, por obra y
omisión.
Por supuesto, y en primer lugar, es
responsabilidad de la administración municipal que encabeza el alcalde Hipólito
Rodríguez Herrero, en tanto cara visible de un gobierno local que llegó cargado
de buenas intenciones, pero también de impericia, inexperiencia y, hay que señalarlo,
de una tremenda soberbia para admitir sus yerros y tomar oportunamente
decisiones para corregirlos, antes de que se conviertan en una bomba que les
explote en las manos, como sucedió con el tema de la recolección de la basura.
La ausencia de malicia y astucia política del
presidente municipal de Xalapa no le permitió darse cuenta de la trampa que le
tendió el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares cuando la semana pasada
clausuró el relleno sanitario de El Tronconal, por no cumplir con las normas
ambientales mínimas para el manejo de residuos.
En un principio, el munícipe aplaudió este
hecho, ya que coincidía con el diagnóstico a partir del cual, en el pasado mes
de abril, el Ayuntamiento de Xalapa intentó rescindir el contrato de la empresa
que opera este relleno sanitario desde hace varios años, Proactiva, y tomar el
control del predio donde hasta la semana pasada se depositaban las 400
toneladas diarias de desechos que genera la capital veracruzana. Hasta que Rodríguez
Herrero se dio cuenta que no le habían dejado ninguna otra alternativa para
depositar la basura.
La suerte de colapso sanitario sufrido por la
ciudad desde el pasado fin de semana y agudizado a principios de la actual fue
consecuencia de lo anterior. El edil pecó de ingenuo ante la maniobra del
gobierno yunista y quedó atrapado entre la mezquindad de varios de los
ayuntamientos vecinos, que se negaron a recibir la basura de Xalapa, y la falta
de capacidad de su administración para responder a una crisis como la que se
vive.
La situación se tornó catastrófica cuando
este martes, el centro de Xalapa amaneció infestado de basura en la calle,
incluso tirada afuera del mismo palacio municipal, lo cual fue atribuido por
Hipólito Rodríguez a una acción planificada de “siembra” de los desechos con el
objetivo de dañar aún más su imagen. Cierto o falso, el propósito se cumplió,
pues la ciudadanía xalapeña “tronó” en su contra. Lo cual fue aprovechado por
visibles grupos de interés que comenzaron a pedir su “renuncia” a través de las
redes sociales.
Desde que comenzó su mandato, Hipólito
Rodríguez ha ido contracorriente de los intereses de varios grupos, externos e
internos, que desean su fracaso. Y no se trata solamente de su incómodo vecino
de enfrente que, sacando el “colmillo”, este mismo martes le ofreció “ayuda” al
gobierno municipal xalapeño para “resolver” el problema de la basura.
Las corruptelas de gobiernos municipales
anteriores que se han evidenciado durante este año, han tenido como
consecuencia muchos de los plantones de protesta y las constantes tomas del
palacio municipal, operadas por organismos afines al PRI, partido que gobernó
Xalapa las últimas cuatro administraciones.
El caso de Proactiva, propiedad del acaudalado
empresario Fernando Chico Pardo y a la que el anterior gobierno municipal
-encabezado por el actual dirigente estatal del PRI, Américo Zúñiga Martínez-
le amplió irregularmente la concesión del relleno sanitario de El Tronconal por
15 años más -a pesar de las denuncias por corrupción que enfrenta dicha
compañía en varios estados y por el evidente mal manejo que hace de los
residuos- es apenas uno de los hilos de esa madeja.
Sin embargo, y como suele suceder, los peores
enemigos de Hipólito Rodríguez están a su alrededor. Las pugnas internas entre
el grupo de académicos que llegaron con el alcalde y los operadores de Morena dentro
de ese gobierno han minado la capacidad de acción y reacción del Ayuntamiento.
Los morenos no quieren ahí a quienes no estén afiliados a su “movimiento” y
están haciendo todo lo posible por “reventarlos”. Si se puede, incluyendo al
presidente municipal.
Porque a la par de la “exigencias” de que
Hipólito Rodríguez “renuncie” a un cargo al que únicamente se puede pedir
licencia, de manera poco ortodoxa la síndico Ivonne Cisneros –ella sí,
militante y adepta ferviente del lopezobradorismo- salió a los medios a pedir
la solidaridad de los ayuntamientos vecinos y el apoyo de la población para
resolver la crisis de la limpia pública. ¿Y sí sabe quién sería la principal
beneficiaria si Hipólito Rodríguez deja el cargo?
En Xalapa no solo en las calles hay basura.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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