DOSIS DE REALIDAD
Fotografía: Marcela Turati |
Vaya revés el que le dio el próximo Gobierno
Federal a los familiares de desaparecidos.
Sin decir agua va, el pasado fin de semana el
futuro Secretario de Seguridad Pública del Gobierno de la República, el ex
colosista Alfonso Durazo, anunció en su cuenta de Twitter la cancelación de los
llamados “Foros Escucha para la Pacificación y la Reconciliación Nacional” en
cinco estados. Encuentros que habían iniciado apenas el pasado 7 de agosto por
instrucción del presidente electo Andrés Manuel López Obrador y que tenían por
objetivo “crear políticas públicas que ayuden a la reconstrucción del tejido
social, bajo los principios de justicia, verdad, memoria, reparación y garantía
de no repetición”.
La “razón” argüida por Durazo para detener
los foros que faltaban fue “la necesidad ya urgente de sistematizar las
propuestas recogidas para obtener las conclusiones que nos permitan incorporar
las voces de las víctimas en el diseño de la nueva política de seguridad
pública que se presentará en fecha muy próxima”.
Aseguró
también que “en todos los lugares donde no haremos foros presenciales, el
equipo organizador recogerá las propuestas de las organizaciones y personas que
se han registrado previamente para participar en esos espacios”, y dejó “abierta
y disponible permanentemente, para toda la sociedad” la posibilidad de acudir a
una página web habilitada para esos efectos, “a fin de seguir recogiendo
propuestas y planteamientos”.
Lo
cierto es que los “foros de pacificación” que se lograron llevar a cabo fueron
un calvario para el Presidente electo y sus colaboradores, que fueron exhibidos
en su ignorancia sobre un tema que representa, sin temor a exagerar, la mayor
tragedia humanitaria de la historia reciente de México, y para la cual las
próximas autoridades no tienen una respuesta verdadera.
Desde
el primero de los foros, López Obrador intentó imponer el hilo de la discusión
sobre la base del “perdón” a los responsables de la violencia y los atroces
crímenes perpetrados en México en los últimos años, lo cual fue rechazado
invariablemente por las víctimas y sus familiares, que lo que demandan es -y
con absoluta razón- justicia, lo cual significa que el Estado no deje en la
indefensión a sus seres queridos y que castigue conforme a la ley a sus
victimarios.
La
decisión de cortar de tajo estos ejercicios de atención a las víctimas representa,
en los hechos, el fracaso de una estrategia que no consiguió hacer permear la
idea enarbolada desde su campaña por el próximo Presidente de México, quien
parece no entender la naturaleza y la magnitud de la desgracia que ha enlutado
a miles de familias por todo el territorio nacional.
Tan
no lo entienden, que los foros cancelados son los que se llevarían a cabo en
tres de las entidades más violentas y con más víctimas del país: Sinaloa,
Tamaulipas y Veracruz. Este último, el estado con el mayor número de
desaparecidos y de fosas clandestinas de toda la República Mexicana, de acuerdo
con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
¿De
verdad creen que a través de lo que recojan en su página web lograrán
comprender los alcances de las monstruosidades cometidas en estados como
Veracruz? ¿No se merecían en estos estados al menos la gracia de ser escuchados
por quien en campaña los recorrió de arriba abajo prometiendo un cambio de prácticas?
¿Qué clase de diseño de política pública puede hacerse sin acudir a donde el
problema es mucho más grave?
Difícil
siquiera concederles el beneficio de la duda. Más pareciera que lo que quieren
es evitar seguir siendo exhibidos y confrontados públicamente por las víctimas.
Y
son apenas unas pequeñas dosis de realidad ante lo que viene.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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