DÍA DE CAMPO (SANTO)
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Fotografía: Twitter de Roberto Cabrera |
En cualquier país, una pifia cometida por un
servidor público que denote insensibilidad y falta de capacidad para desempeñar
su cargo es sancionada de inmediato con su remoción. Menos en México, por
supuesto, donde se viola la ley, se burla a las víctimas y no pasa nada.
Y es que resulta inverosímil que a esta
fecha, Roberto Cabrera continúe cobrando como comisionado Nacional de Búsqueda
de Personas, tras el papelón que vino a hacer la semana pasada en el estado de
Veracruz.
Haciendo gala de una descomunal inconsciencia,
el imberbe funcionario del Gobierno Federal se dio una vuelta por el paraje en
donde la administración de Miguel Ángel Yunes Linares dio a conocer la localización
de los restos de por lo menos 175 personas, y cuya ubicación exacta sigue
ocultando hasta la fecha por motivos inexplicables.
Obviamente el problema no es que el
Comisionado Nacional de Búsqueda de Personas de la Secretaría de Gobernación
acudiera al lugar en el que se registraron estos hechos. Al contrario, eso se
enmarca dentro de su responsabilidad pública. Lo que resulta increíble es que
con una frivolidad soez se le hiciera fácil posar para una foto de grupo,
sonriendo y como si estuviera de excursión, en un lugar donde se cometieron
crímenes monstruosos e incluso podría haber más restos de personas enterrados.
Quizás, exactamente debajo de donde se le ocurrió que sería “buena onda”
registrar un “recuerdito” del paseo.
La calaña de los acompañantes de Cabrera
explican en parte esta actitud: no podían ser otros que el fiscal General del
Estado, Jorge Winckler Ortiz, y el fiscal especial para la Atención de
Denuncias por Personas Desaparecidas, Luis Eduardo Coronel Gamboa. Los mismos a
los que hace unos meses, también se les hizo fácil tomarse una foto posando con
su equipo de futbol soccer, al que le pusieron por nombre “Desaparecidos”. Por
lo visto, lo pendejo sí puede ser contagioso.
No es exageración. Roberto Cabrera también creyó que sería buena idea publicar esa foto en redes sociales. En particular, en su cuenta de Twitter, en la que ostenta su cargo en la administración federal y que por lo tanto es oficial. Ahí escribió: “En compañía del Fiscal General @AbogadoWinckler, el Fiscal Especializado @lecoronelg, y el titular de Servicios Periciales, realicé un recorrido por el lugar donde han sido localizados los restos de al menos 175 personas. Reconozco el trabajo de todo el equipo la @FGE_Veracruz”.
Como era de esperarse, cayó un aluvión de
críticas en contra del funcionario del gobierno de Enrique Peña Nieto por un
acto que, en los hechos, constituye una burla hacia los familiares de las
víctimas. De los dos estatales ya ni siquiera causa extrañeza. Ambos se solazan
en su sevicia consuetudinariamente.
Un día después de la más que desafortunada
imagen, en la página de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas se publicó
el registro fotográfico de un catálogo de prendas encontradas en las fosas,
recopilado por la Fiscalía General del Estado y que no se había dado a conocer.
Entre lo encontrado en ese campo de la muerte hay ropa de niño, incluso de
bebé.
De acuerdo con la Comisión Nacional de
Derechos Humanos, entre el 1 de enero de 2017 y el 30 de agosto de este año, se
han localizado 163 fosas clandestinas en el país. El estado de Veracruz
encabeza la lista con 37. Un horror que no parece tener fin.
Pero mientras en Veracruz se vive una
verdadera tragedia humanitaria, las autoridades estatales y federales
encargadas de investigar estos crímenes espantosos, prefieren hacer un día de
campo encima de las víctimas.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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