ADICTOS A AMORDAZAR
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Fotografía: Alberto Roa/ Cuartoscuro |
Mientras que gracias a las “salidas de
emergencia” dejadas a propósito en las leyes, rufianes como Javier Duarte de
Ochoa obtienen sentencias ridículas por delitos que deberían configurarse como
graves, la clase política continúa buscando la manera de criminalizar a quienes
ejercen la crítica a través de los medios de comunicación, tradicionales y digitales,
bajo un disfraz de buenas intenciones.
El pasado jueves 27 de septiembre, la LXIV
Legislatura del Estado de Veracruz aprobó, sin hacer ruido, una reforma al artículo
196 Bis, al título VI del Libro Segundo del Código Penal para el Estado, en la
que aparentemente se tipificó como delito el acoso cibernético o
“ciberbullying”.
Y decimos que aparentemente porque en los
hechos, lo que se aprobó la semana pasada se parece más a aquella otra reforma
al Código Penal aprobada por la LXII Legislatura y promovida por el régimen de
Javier Duarte en septiembre de 2011, que fue conocida como la “Ley
Antituiteros”, y que pretendía silenciar las advertencias y críticas en las
redes sociales sobre la oleada de violencia que azotaba a Veracruz en ese
momento, acusando a quienes lo hicieran de “perturbación del orden público” y
sancionándolos con penas de prisión de uno a cuatro años y multa de 500 a mil
días de salario mínimo.
Dicha reforma fue invalidada por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación el 20 de junio de 2013, por contravenir la
libertad de expresión, el derecho a la información, la legalidad, la seguridad
jurídica y la exacta aplicación de la ley penal.
Aunque en la exposición de motivos de la
iniciativa presentada el jueves pasado por las comisiones permanentes de
Justicia y Puntos Constitucionales y de Procuración de Justicia sí se alude a
las características propias del acoso cibernético y sus efectos perniciosos en
las víctimas, lo aprobado por los diputados locales de Veracruz -de todos los
partidos representados en el Congreso local- es más bien similar a aquella defenestrada
“ley mordaza” duartista.
El artículo de marras fue aprobado en estos
términos: “se impondrán de seis meses a dos años de prisión, y hasta cien días
de trabajo a favor de la comunidad, a quien, utilizando cualquier medio de
comunicación digital, difunda información lesiva o dolosa de otra persona,
revelando, cediendo o transmitiendo una o más imágenes, grabaciones
audiovisuales o textos, que dañen su reputación o su autoestima y le causen con
ello afectación psicológica, familiar, laboral o en su entorno cotidiano”.
Es tal la ambigüedad de la redacción del
artículo, que cualquier cosa que se publique en las redes puede encuadrar en
ese singular concepto de “acoso cibernético”. Y no solamente los memes -como se
redujo de manera simplista al motejar esta reforma como “ley antimemes”- sino
el trabajo periodístico en su totalidad, pues se castiga la transmisión de “imágenes,
grabaciones audiovisuales o textos” que a juicio de alguien “dañen su
reputación o su autoestima”. ¿Quién más podría estar expuesto a ello sino
nuestra paupérrima clase política, a la que la libertad de expresión le provoca
diarrea?
La iniciativa fue presentada originalmente en
el mes de marzo por el diputado del PRD José Kirsch Sánchez, y a la misma se
adhirieron las panistas María Josefina Gamboa Torales y María Elisa Manterola
Sainz, así como las “independientes” Miriam Judith González Sheridan y Eva
Cadena Sandoval.
Esta última, protagonista el año pasado de un
videoescándalo en el que apareció recibiendo dinero supuestamente para la
campaña de Morena –partido en el que militaba en ese momento- y que más tarde terminó
como aliada del régimen de Miguel Ángel Yunes Linares. Y si bien eso explica
varias cosas, lo que no es tan fácil de explicar es que a la hora de la
votación, los legisladores locales de Morena también apoyaron esta reforma, que
al igual que aquella de Duarte, busca limitar la libertad de expresión, el
derecho a la información y la libertad de prensa.
O quizás, sí sea bastante fácil de explicar:
son la misma clase política, adicta a amordazar y acallar la crítica cuando le
es adversa. Nada nuevo bajo el sol.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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