PRECAMPAÑAS: LA FARSA DE LA LEGALIDAD
Fotografía: Prensa Miguel Ángel Yunes Márquez |
Esta semana concluirán las llamadas
precampañas de los “aspirantes” a ser candidatos a la Presidencia de la
República y a gubernaturas como la de Veracruz, que volverá a renovarse este
año.
Como es más que evidente, tales
“precampañas”, que en el papel sólo están dirigidas a los militantes de los
partidos que habrán de “elegir” a sus candidatos a los cargos que estarán en
disputa, de internas no tienen absolutamente nada.
Se trata de campañas tan abiertas y dirigidas
al grueso de la población como las que veremos dentro de unos pocos meses. ¿O
usted, que no milita en partido alguno, se ha mantenido aislado en todo momento
de las actividades proselitistas de los “precandidatos”? ¿No ha visto ningún
espectacular en la calle con el rostro de quienes buscan gobernar? ¿Ha estado a
salvo de sus spots en la radio o la televisión?
Obviamente, la respuesta es negativa. Basta con
salir de casa o prender un aparato para escuchar música o ver un programa, para
encontrarse con la propaganda de esos “precandidatos”. ¡Ah, pero no se
preocupe! No está dirigida a usted, sino a los miembros de las convenciones de
delegados, consejos políticos y asambleas de los diferentes partidos, que habrán
de “tomar la decisión” sobre quiénes los representarán en las campañas
venideras. En las “de a de veras”.
El absurdo es todavía mayor cuando, como es
el caso en el actual proceso electoral, en todas las coaliciones que se
registraron para contender ya están definidos quiénes serán los candidatos,
pues nadie más se inscribió en los “procesos internos” de cada uno de los
partidos. Los aspirantes hacen campaña, quizás, para convencerse a sí mismos,
porque los encargados de “designarlos” estaban convencidos desde antes.
Las “campañas internas” que están por
concluir son pues meras y grotescas simulaciones para darle la vuelta a una
legislación que supuestamente buscaba evitar el despilfarro y la inequidad que
caracterizaron los procesos electorales de la era de los spots, pero que en los
hechos ha incrementado brutalmente el gasto de dinero público en la renovación
de mandos en los poderes públicos. Y probablemente en la misma proporción, el
cinismo con el que la clase política juega al “Tío Lolo” con recursos de todos
los mexicanos.
¿O usted cree que a las concentraciones
masivas que organizan los partidos para sus candidatos asisten exclusivamente
sus militantes? Por supuesto que no. El acarreo a través del reparto de
prebendas, en especial en las zonas marginadas, es la vía para la movilización
de personas. Como siempre se ha hecho. Y como seguramente se seguirá haciendo.
Porque finalmente ese es el problema. Por más
que se legisle al respecto y se coloquen “candados” y miles de trabas en las
leyes, el derroche electoral y la inequidad en las contiendas políticas
continuará invariablemente, pues los partidos que hacen las normas electorales son
los mismos que no quieren perder sus privilegios ni su modus vivendi. Así que
siempre habrá resquicios para brincarse las prohibiciones y simular que se
cumple con la ley, mientras se le viola con singular desparpajo.
Lo trágico es que es a partir del
quebrantamiento consentido y burdo de la legalidad como se accede al poder en
nuestro país. Y por eso nos va como nos va.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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