“MAPACHES” IMPROVISADOS EN EL OPLE VERACRUZ
Fotografía: Archivo |
De por sí, la credibilidad del Organismo Público Local
Electoral de Veracruz (OPLE) ya era nula, debido a la desaseada manera como fue
integrado, con la incomprensible complacencia –o más bien, complicidad– del
Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE).
Pero la información dada a conocer este miércoles por el
Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI) revela una situación
profundamente grave, que pone en entredicho la legitimidad y legalidad de toda
la organización del proceso electoral y, por ende, los resultados de los
comicios del próximo 5 de junio, en los que se elegirá Gobernador y diputados
locales en el estado.
El centro de la controversia, nuevamente, es el consejero
presidente del OPLE Veracruz, José Alejandro Bonilla Bonilla, a cuyo
nombramiento se suman nuevas irregularidades que minan por completo su
autoridad como árbitro de la contienda electoral.
A través de una solicitud de información, un ciudadano
requirió el grado de estudios de los consejeros del OPLE, datos que no se
encuentran disponibles en el portal de transparencia del instituto electoral,
contrario a lo que en ese sentido respondió en un principio la Dirección de
Administración del mismo.
Al resolver el expediente IVAI-REV/1538/2015/II, se dio a conocer que al requerirse esta
información al órgano electoral, mediante el oficio número OPLE/DCG/068/2015,
José Alejandro Bonilla Bonilla admitió que “no cuenta con estudios en materia
electoral”.
El titular del organismo encargado de organizar las
elecciones y contabilizar correctamente los votos en los próximos comicios
estatales no tiene la menor idea de lo que implica su trabajo. No sabe de
Derecho Electoral, ante lo cual habría que cuestionar si siquiera entiende los
acuerdos que le dan a firmar y que presenta ante el Pleno del Consejo General
del OPLE.
Esto nos lleva a remitirnos a la convocatoria del INE
para integrar los OPLES, que en sus bases incluye entre los laxos requisitos
para ser consejero electoral, en el numeral onceavo de la tercera cláusula,
“cumplir con el perfil que acredite su idoneidad para el cargo”.
Con su reconocimiento de nula formación académica en
materia electoral, Bonilla Bonilla dejó constancia pública de que no cubre “el
perfil que acredite su idoneidad para el cargo”, lo cual ya se sabía desde el
proceso de selección, pues en una de las etapas se realizó una valoración
curricular y de conocimientos, la cual Bonilla Bonilla no acreditó, a pesar de
lo cual, y quién sabe por qué oscura razón, el INE primero lo designó consejero
y luego lo ratificó tras de ser impugnado.
No es la única irregularidad que existe en el
nombramiento de Bonilla Bonilla. Como ya se había comentado en este mismo
espacio, tampoco cumplió con el requisito de “no haberse desempeñado durante
los cuatro años previos a la designación como titular de secretaría o
dependencia del gabinete legal o ampliado tanto del gobierno de la Federación o
como de las entidades federativas”, pues hasta mayo del año pasado todavía
fungió como director general de Prevención de Riesgos de la Secretaría de
Protección Civil del Estado de Veracruz. Era titular de una dependencia del
gabinete ampliado de la administración estatal y, por tanto, inelegible como
autoridad electoral.
La abierta ilegalidad con que se conduce el proceso
electoral en Veracruz desde su fase inicial de organización se le puede
revertir a sus perpetradores, que en su infinita soberbia aún creen que pueden
hacer lo que quieran sin que haya consecuencias, incluido colocar “mapaches”
improvisados en el órgano electoral a los cuales manipular con facilidad, sin
importarles con ello poner en riesgo la elección misma.
Si Bonilla Bonilla tuviera una pizca de dignidad y
vergüenza, ya habría renunciado.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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