LA RE-UNIÓN DE LOS YUNES ROJOS
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Fotografía: Especial |
Ya ha sido ampliamente
comentada la reunión que la semana pasada sostuvieron en la ciudad de México
los senadores veracruzanos del PRI José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes
Landa. Ellos mismos difundieron la imagen a través de sus redes sociales.
Quizás lo significativo
de este encuentro no haya sido de lo que hayan hablado o si se pusieron de
acuerdo para algo con miras al inicio del proceso electoral por el que se habrá
de definir al próximo gobernador de Veracruz.
Lo relevante es el hecho
de que Héctor Yunes finalmente parece haberse dado cuenta de que el gobernador
Javier Duarte de Ochoa lo timó nuevamente cuando le ofreció apoyo para su
aspiración –legítima, no hay duda- para ser candidato del PRI a la gubernatura,
y que le llevó a alejarse de José Yunes y acercarse al duartismo, al grado de
que llevó al mandatario al que criticaba acremente a principios de año como
invitado de honor a su informe de actividades.
Eso le significó a Héctor
Yunes, además de escarnio y un alud de críticas, una notable caída en las
preferencias electorales. Todo lo que huela o tenga alguna relación con el
actual grupo gobernante, apesta a podrido en Veracruz.
Pero además, muy pronto
pudo darse cuenta Héctor Yunes que cualquier cosa que le haya prometido Javier
Duarte, es mentira. Una más de todas las que ha proferido en casi cinco años.
Javier Duarte y el ex
gobernador Fidel Herrera juegan en varias pistas y con varias cartas, para lo
que se ofrezca. El favorito del primero, y ya quedó más que claro, es el
diputado federal por Tuxpan Alberto Silva Ramos, a quien le abrieron todos los
medios posibles para que se “luciera” lanzando diatribas contra uno de los
adversarios del régimen, pero quien sin esa estridencia, tiene apenas una
carabina de pólvora mojada.
Fidel Herrera tiene en
otro legislador federal, Erick Lagos Hernández, al principal representante de
sus intereses. Y precisamente por esa razón, y a pesar de ser el coordinador de
la bancada veracruzana del PRI en la Cámara de Diputados, fue reducido a mera
comparsa de Silva por órdenes de Duarte, lo que generó fuertes presiones y
golpeteo al interior de ese grupo, que incluso provocaron el rumor de un
supuesto rompimiento entre el jefe del clan y el discípulo al que impuso como
gobernador.
El caso es que los Yunes
priistas no están, y no estuvieron nunca, en los planes del duartismo-fidelismo
para la gubernatura, lo cual entendió muy bien José Francisco tras la propuesta
y aprobación de la gubernatura de dos años. Pero Héctor escuchó el “canto de
las sirenas” y se dejó engatusar por alguien cuya praxis política siempre ha
sido la mentira, el embuste, en la misma escuela de su mentor.
Así que Yunes Landa ha
tenido que caminar sobre sus pasos y revivir la “alianza” que tenía a
principios de año con Yunes Zorrilla para enfrentar dentro del PRI al grupo que
aspira a mantenerse 30 años en el poder, lo cual difícilmente podría soportar
Veracruz.
Y en el gobierno estatal tomaron nota inmediatamente. Apenas comenzó a circular la fotografía de la reunión de los senadores, y ya se reenviaban correos desde las cuentas apócrifas tradicionales del duartismo con el malicioso encabezado “Ya se pusieron de acuerdo” y el pie de foto “2016 para @HectorYunes y 2018 para @Pepe_Yunes”, razón por la cual, la misma noche del jueves 10 de septiembre, los legisladores federales emitieron un comunicado conjunto desmintiendo acuerdos sobre tiempos y candidaturas.
Lo cierto es que la re-unión de los Yunes rojos caló en palacio de gobierno, que fiel a su costumbre, respondió con suciedad. Porros de la política dejaran de ser.
De Grito
Para celebrar las fiestas patrias, esta columna no se publicará el miércoles 16 de septiembre, reanudando actividad el jueves 17. Y a pesar de todo, que Viva México.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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