LO QUE LE ESPERA AL PROCURADOR
El
Congreso de Veracruz ratificó por amplia mayoría a Luis Ángel Bravo Contreras
como procurador general de Justicia del Estado, tras la salida de Amadeo Flores
Espinosa de la fiscalía luego del asesinato del periodista Gregorio Jiménez de
la Cruz.
Para
los diputados no fue impedimento alguno que Bravo Contreras saltara del IVAI
-el órgano autónomo encargado de garantizar el acceso a la información y
vigilar la transparencia en el manejo de los recursos financieros estatales- a
una dependencia del Ejecutivo como la Procuraduría, precisamente donde más
reticencias hay para dar a conocer sus manejos presupuestales y operativos.
Pero
más allá de la sospechosa y acelerada unanimidad de los legisladores locales
para ratificar el nombramiento, y de la incongruencia política del mismo, lo
importante es lo que Bravo Contreras se va a encontrar ahí: un nido de corrupción,
burocratismo e intereses aviesos que, por razones obvias, hacen de la
procuración e impartición de justicia en la entidad un verdadero infierno.
Sólo
hay que acudir a una agencia del Ministerio Público para constatar lo anterior.
Los agentes están mal preparados, acostumbrados a que un caso avance sólo si
hay dinero de por medio, sin interés alguno por el servicio público.
Más
de uno en Veracruz hemos padecido en carne propia estos
vicios que lo único que logran es que la gente se vuelva apática y prefiera
resignarse ante un robo o una agresión, cuando no hacer justicia por mano
propia, que ir a denunciar, pues lo consideran una pérdida de tiempo y dinero.
De
acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción
de la Seguridad Pública 2013 del INEGI, apenas el 12.2 por ciento de los
delitos del fuero común son denunciados en México, y del total, sólo 7.9 por
ciento inician averiguación previa; 61.9 por ciento de las víctimas de un
delito manifiestan desconfianza en la autoridad.
El
resultado claro de lo anterior es una impunidad galopante y en consecuencia,
mayor inseguridad. Un silogismo trágico perfecto que lacera el tejido social de
tal forma, que éste termina por pudrirse, mientras las autoridades se dan vuelo
diciendo que en Veracruz, el que la hace la paga.
Además,
el nuevo fiscal del estado tendrá en sus manos varias papas calientes, casos
pendientes de resolver como el propio homicidio de Gregorio Jiménez, para lo
cual ya se pidió su comparecencia ante la Comisión Especial para Atender
Agresiones contra Periodistas del Senado de la República, para que explique los
avances en las investigaciones de éste y otros asesinatos de comunicadores en
la entidad.
A
ello habrá de sumar los miles de expedientes por otros casos igual o hasta
peores, como la violación de jovencitas y el reciente homicidio de una en
Perote. Y por supuesto, las desapariciones de menores de edad en prácticamente
todo el territorio veracruzano.
No
dudamos de los conocimientos y credenciales que como jurista tenga Luis Ángel
Bravo Contreras para desempeñar el cargo de procurador general de Justicia del
Estado. La pregunta es si podrá con el paquete.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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