AUTODEFENSAS EN VERACRUZ
Así
como dice el gobierno veracruzano que hay una gran tranquilidad en todo el
territorio, de la misma manera pretende negar la existencia de grupos armados
en algunas zonas de la entidad.
La
sola idea de que se diga que hay “autodefensas” en Veracruz les provoca
espasmos de ira, y de inmediato rechazan la posibilidad, aun cuando exista
evidencia y declaraciones al respecto, a las cuales de inmediato las
autoridades califican como “montajes”.
Sucedió
el año pasado con la aparición de grupos de patrullaje civil en la comunidad de
El Inglés, en el municipio de Tlalixcoyan, documentados por la agencia
Cuartoscuro, y que hasta una amenaza contra un fotógrafo provocaron de parte
del “nervioso” secretario de Seguridad Pública Arturo Bermúdez Zurita.
Ahora
se habla de la aparición de células armadas en la sierra de Zongolica, que
velozmente fueron descalificadas por el secretario de Gobierno Erick Lagos
Hernández.
Pero
resulta que las presuntas “autodefensas” hasta entrevistas conceden y se dejan
tomar fotos con rifles y machetes. Al menos, fantasmas no son y armas sí
tienen.
Sin
embargo, la presencia de grupos armados en Veracruz es antiquísima. Negarla es,
sinceramente, hacerse tonto o hacer lujo de desconocimiento de la historia de
Veracruz y de sus grupos sociales desde la pasada centuria.
Y
es precisamente Zongolica una zona estratégica, neurálgica y propicia para el
surgimiento y pervivencia de grupos armados. Uno de sus antecedentes
emblemáticos fue la Unión de Todos los Pueblos Pobres, conocido como TINAM por
sus siglas en náhuatl (Timocepanotoke Noche Altepeme Macehualme). Esta
agrupación nació como grupo rebelde en la sierra y aún existe, aunque ahora
como movimiento social.
Más
recientemente, la extensa región de Orizaba y Zongolica fue uno de los centros
de operación más importantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional,
pues a través de la sierra se trasladaban a Chiapas pertrechos, alimentos y
adeptos. Tan era así, que una de las concentraciones más importantes de
aquellas que se realizaron a inicios de la década pasada durante lo que se
conoció como el “Zapatour” fue en la Pluviosilla, a donde unas diez mil
personas fueron a escuchar al “Subcomandante Marcos”.
Y
eso por hablar de movimientos con una causa social. Si nos remitimos a las
guardias armadas de los caciques regionales que por años han existido en todo
el estado, pues la postura oficial es francamente querer tapar el sol con una
declaración.
Sólo
quien ignora por completo la historia de Veracruz niega la posibilidad de que
grupos armados puedan surgir en su territorio. En lugar de creer que nos
engañan, las autoridades deberían atender las causas que provocan este tipo de
fenómenos, que son la pobreza, la violencia y la inseguridad. Que los llamen
autodefensas o de cualquier otra forma, es irrelevante.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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