MÁS NEGOCIOS “FANTASMAGÓRICOS”
La opacidad ha sido una de las más
perniciosas constantes de la administración de Miguel Ángel Yunes Linares al
frente del Gobierno de Veracruz.
Tanto así, que en más de una ocasión ha sido
apremiado por el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información y Protección
de Datos Personales para que entregue información que debería ser pública, pero
que se niega a entregar a los ciudadanos que las solicitan al filo de hacerse
acreedor a una sanción.
Este jueves, el periódico La Jornada Veracruz
publicó una nota del reportero Jair García en la que se da cuenta de un adeudo
de la administración estatal que no era conocido por la opinión pública, y cuyo
monto asciende a 621 millones 862 mil 178 pesos.
El reporte de este pasivo sí es público y se
encuentra disponible en el Registro Público Único de Financiamientos y
Obligaciones de Entidades Federativas y Municipios Vigente de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, en el apartado denominado “Listado de
Financiamientos y Obligaciones de Entidades Federativas y Municipios inscritas
en el Registro Público Único con sus principales características, actualizable
en cada ocasión en que se inscribe o cancela un Financiamiento u Obligación”.
El documento en cuestión confirma los datos
presentados por el diario. El plazo pactado para el pago del adeudo de más de
600 millones de pesos es de 180 meses y su fecha de vencimiento es el 28 de
septiembre de 2032. Dentro de 14 años. Se trata de una deuda transexenal de la
que nadie sabía nada. Más que quienes operaron su contratación.
Las fuentes de pago de este pasivo son el Fondo General de Participaciones (FGP) y el Fondo para el Fortalecimiento de los Municipios (FFM), cuyo porcentaje afectado para cumplir con las obligaciones de pago es de 19 por ciento, a una tasa efectiva de 14.46 por ciento.
Hasta ahí, ya bastante criticable resulta el hecho
de haber contraído una deuda a espaldas de los veracruzanos, misma que no se
terminará de pagar en este periodo de gobierno. Contrario a las promesas de
Yunes Linares de liquidar todos sus compromisos financieros antes de dejar el
poder.
Pero lo que podría llevar este tema a otro
nivel es que el acreedor es una empresa denominada Wardenclyffe Veracruz Puerto
S.A.P.I. de C.V., de la cual no existe rastro alguno. No sólo sobre el servicio
que esté prestando en Veracruz, sino ni siquiera sobre su existencia misma. Lo
que hace presuponer que podría tratarse de una empresa fantasma como las que
acostumbraba utilizar el gobierno de Javier Duarte de Ochoa y que es, hoy por
hoy, la principal razón por la que se encuentra preso.
La operación con Wardenclyffe Veracruz Puerto
fue reportada a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público bajo la figura de
una asociación público-privada –que se presta para hacer pingües y opacos
negocios a través de obra y contratos públicos- para llevar a cabo una
inversión pública productiva, de la que no se tiene idea cuál pueda ser.
Tanto el gobierno estatal como el Congreso
del Estado tienen la obligación de dar explicaciones y transparentar esta
operación que implica afectar recursos de todos los veracruzanos por los
próximos tres lustros para obras difusas, y a través de una empresa de la que
no se tiene certeza sobre su existencia.
Aunque la clave está en el mismo documento de
la Secretaría de Hacienda. El que en realidad aparece como deudor u obligado no
es el Gobierno del Estado, sino el Ayuntamiento de Veracruz, que al momento de
la contratación, el 29 de septiembre de 2017, aún era encabezado por el
“priista” Ramón Poo Gil, y que actualmente es presidido por el hijo menor del
gobernador saliente, Fernando Yunes Márquez.
A ver si no resulta que la dirección de Wardenclyffe
Veracruz Puerto está por los rumbos de El Estero.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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