CONGRESO DE VERACRUZ: VEJACIONES LABORALES, SIMULACIONES JUSTICIERAS
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Fotografía: Alberto Delgado |
A los diputados de la LXIV Legislatura del Congreso
del Estado de Veracruz les queda como anillo al dedo aquella descripción
popular de “candil de la calle, oscuridad de su casa”.
Mientras juran preocuparse y atender problemas como
los derechos laborales de diferentes sectores de la población, los trabajadores
del Poder Legislativo de Veracruz han sido objeto de varias vejaciones desde
que entró en funciones la actual Legislatura, cuyos órganos administrativos
están controlados, en su mayoría, por panistas.
Tan sólo en abril de este año, y tras ser exhibido
el derroche en el pago de sueldos estratosféricos a algunos pocos privilegiados
empleados, otros 220 trabajadores de confianza fueron echados a la calle al
hacérseles firmar un contrato que concluía dos días después de que les fue dado
a conocer. Algunos con hasta una década de prestar ahí sus servicios.
Los despidos han continuado desde entonces, al
menos otros 85, de manera más escalonada. Pero el maltrato laboral ha
permanecido igual o peor. A los trabajadores de confianza se les notifica la
conclusión de contratos que no conocían. Y para evitar que acudan a los
tribunales laborales a demandar, se les promete una supuesta recontratación a
cambio de que firmen su renuncia a ejercer cualquier clase de acción legal en
contra del Congreso veracruzano.
Esto, de acuerdo con una persona afectada que le
expuso la situación de los trabajadores del Congreso de Veracruz a quien esto
escribe y que por obvias razones, pidió mantener a resguardo su identidad.
“En mi caso fueron casi ocho años y me despidieron.
Sólo nos daban 12 días por tres años, y la firma de un convenio donde
renunciabas a todo, entre que no te pagaban conforme a ley. Después de unos
días convencieron a la compañera que estaba embarazada y fue despedida”, relató
la persona afectada.
Y continuó: “a algunos nos han hablado para que regresemos,
pero con la condición de firmar el convenio y así perder la antigüedad que
llevamos, con salario reducido. Y no de inmediato. Te dicen que en unos tres
meses te contratarán. Pero eso sí, que firmes el convenio”.
Sin embargo, a diferencia de lo que se maneja en el
discurso, los despidos de personal no tienen que ver con una política de ahorro
y contención del gasto. Muchos de los lugares que han dejado los trabajadores
despedidos han sido vueltos a ocupar por personal nuevo. Y las personas que
perciben salarios de más de 50 mil y hasta de 80 mil pesos mensuales continúan
en el Congreso, ganando lo mismo, pues son trabajadores sindicalizados y, por
ende, inamovibles. Igual que la flotilla de “aviadores” colocados en el Poder
Legislativo como pago de facturas político-partidistas.
Los despidos masivos -relata la persona afectada-
fueron operados directamente por el director de Recursos Humanos del Poder
Legislativo, Jaime Mejía de la Merced, mientras que la representación legal del
Congreso no la llevaría el director de Servicios Jurídicos, Ángel Ramírez
Bretón, sino un despacho privado de abogados, lo cual constituiría de suyo una
irregularidad en cuanto a atribuciones.
“Obviamente, la gran mayoría interpondrá una
demanda. Éramos realmente los que sacábamos la chamba y nos hicieron enseñarles
a los nuevos. Eso no es malo, pero fue con dolo. Si varias secretarias
sindicalizadas ganan entre 50 o más de 80 mil pesos mensuales, ¿por qué no les
redujeron los bonos tan altos, en lugar de despedir tanta gente que no
encontrará trabajo? Obvio que no, son del Sindicato. Y el líder nos ha dicho
que tiene que cuidar a sus hijas. ¿Y las demás madres? ¡No se vale!”, sentenció
la persona afectada.
No sorprende el modus operandi. Es mucho muy
similar al que se utilizó en el Poder Ejecutivo del Estado para despedir
personal desde el mes de diciembre pasado, cuando asumió el poder en Veracruz el
“gobierno del cambio”.
Y de igual manera como sucederá con el Ejecutivo,
cuando los juicios laborales concluyan, las consecuencias legales y económicas
para el Poder Legislativo de Veracruz serán desastrosas. Pero los actuales
diputados y funcionarios ya no estarán ahí. El de atrás, paga.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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