LA ESCORIA RODEA A MORENA
Hace
una semana, en este espacio se habló del acercamiento e infiltración de
personajes impresentables de la política veracruzana en el Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena), en franca contradicción con el discurso
moralizante y purificador que maneja su líder nacional, Andrés Manuel López
Obrador.
Ex
priistas, ex panistas y ex de todo, ligados de una u otra manera a los dos
últimos gobiernos, los que encabezaron Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de
Ochoa, se apersonaron en el escenario donde López Obrador, desde la plaza
principal de la capital de Veracruz, se llenó la boca hablando de honradez y
combate a la corrupción para “salvar a México”.
Destacó
ese día la presencia del ex diputado Rafael Acosta Croda, quien durante la
campaña por la gubernatura del año pasado se prestó para ser usado como
“patiño” del régimen duartista para atacar al entonces candidato Miguel Ángel
Yunes Linares.
Incluso,
constan declaraciones de Acosta Croda en las que apoyaba abiertamente las
aspiraciones del ex vocero de Duarte, el actual diputado federal Alberto Silva
Ramos, quien fracasó en su intentona por ser impuesto como sucesor y hoy es
señalado por desvíos de recursos a su paso por la Coordinación General de
Comunicación Social y la Secretaría de Desarrollo Social estatal.
Como
señalamos en esa entrega de la Rúbrica, Acosta Croda –quien quiere ser
candidato a la alcaldía de Veracruz- no es el único personaje de esta calaña
que ha sido colocado a la vera de López Obrador. A principios de noviembre del año
pasado, el millonario empresario transportista y de medios José Abella García, conocido
acosador, difamador y explotador de periodistas, fue captado en una reunión
supuestamente casual con López Obrador en la ciudad de Córdoba, acompañado por
el empresario radiofónico Franky Malpica y la coordinadora de los diputados
federales de Morena, Rocío Nahle.
En
su momento, tanto Nahle como la dirigencia estatal de Morena se deslindaron de
Abella García, asegurando que no sabían de quién se trataba y que él había
buscado la fotografía con López Obrador. Excusa inverosímil.
Este
martes 14 de febrero, y tras romper con el panismo yunista luego de que el
gobierno estatal le retiró las escoltas que indebidamente le asignó la
administración duartista, José Abella se registró como precandidato a
presidente municipal de Córdoba por Morena, lo cual quedó plasmado en un
documento oficial de ese partido: la Declaración de Aceptación de Candidatura y
Compromiso de Gobierno para la postulación a Presidente/a Municipal, que cuenta
con la firma de Abella García.
Este
reportero acudió a la dirigencia estatal de Morena para confirmar la
autenticidad del documento y la veracidad del hecho, lo cual fue ratificado por
su jefe de prensa Ulises Ponce, quien aseguró que ello no implica –al menos
todavía- compromiso para hacer a Abella candidato a alcalde, y que al tratarse
de una convocatoria abierta, cualquier podía registrarse. Curiosa “reserva del
derecho de admisión” a la que aluden generalmente en ese partido.
Sin
embargo, el doble discurso con que se manejan los dirigentes de Morena y la
infiltración por varios flancos de agentes del fide-duartismo en ese partido no
representan motivo alguno de confianza y sí, en cambio, una certeza cada vez
mayor de que la escoria que rodea a Morena anegará por completo a ese partido si
sus militantes, muchos de ellos personas de buena fe, lo permiten.
O
peor aún, si Andrés Manuel López Obrador, a causa de una maraña de intereses
inconfesables, así lo decide.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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