EL PRI Y EL NIDO DE NAUYACAS
Fotografía: Yerania Rolón/ AVC Noticias |
Luego
de rendir protesta este domingo como nuevo dirigente estatal del PRI en
Veracruz, Renato Alarcón Guevara declaró que no creía haberse sacado “la rifa
del tigre” con su nombramiento. Sin embargo, en los hechos es lo más parecido a
eso.
El
priismo veracruzano no respondió bien ante la designación del ex delegado del
ISSSTE como líder partidista y, contrario a la tradicional disciplina de la
militancia priista, varios grupos no sólo le hicieron el vacío al nuevo
presidente tricolor en su ceremonia de ascenso al cargo, sino que han
manifestado su abierto rechazo ante lo que califican como una imposición del
Comité Ejecutivo Nacional.
Y
no es que los priistas sean muy democráticos y no estén acostumbrados a las
imposiciones y los “centralazos”, que son parte de sus usos y costumbres más
arraigados. Simplemente, al no tener un jefe político estatal en la figura del
gobernador en funciones, ha comenzado a manifestarse una suerte de balcanización
del PRI, en la que los diferentes grupos ven y operan exclusivamente por sus
propios intereses, los cuales pueden intentar impulsar a través del PRI o
incluso por medio de otros partidos. Pues para eso los crearon y los mantienen.
El
caso más claro es el de los fidelistas. Sorpresivamente, desde el CEN priista
detuvieron el abordaje que el grupo comandado por el ex gobernador Fidel
Herrera Beltrán estuvo a punto de consumar en la dirigencia estatal a través de
sus arietes Carlos Aceves y Marlon Ramírez. Y es ese mismo grupo el que ahora
amaga con desconocer a la nueva dirigencia, cuya única fortaleza es que cuenta
con el aval de los senadores priistas Héctor Yunes Landa –el principal impulsor
para que Renato Alarcón llegara a la presidencia estatal tricolor- y, a
regañadientes, de José Francisco Yunes Zorrilla.
Los
personeros de Herrera Beltrán –quien tras la detención del dirigente del
Movimiento de los 400 Pueblos, César del Ángel Fuentes, lo pensó dos veces
antes de poner un pie en Veracruz en estos días- buscan ahora chantajear al
Revolucionario Institucional negándose a operar para el tricolor en los
próximos comicios municipales y llevándose sus “canicas” a partidos como el
Verde Ecologista, con el que la alianza electoral que negociaban la semana
pasada ya no es tan clara como parecía.
Eso
ha obligado a que la primera acción de Renato Alarcón como dirigente partidista
sea la repartición de espacios para los grupos –particularmente hectoristas y fidelistas-
en las delegaciones del PRI en las diferentes regiones del estado, en un
intento por preservar la frágil unidad de un partido que vive la que quizás sea
la crisis más grande de su historia, ante el bien ganado repudio ciudadano nacional
que lo lacera por la corrupción e ineptitud de los gobernantes surgidos de sus
filas, y que amenaza con desbarrancarlo totalmente del poder en todo el país en
las elecciones por venir, este año y el próximo.
En
efecto, Renato Alarcón quizás no se sacó la “rifa del tigre” con su
nombramiento como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI. Más pareciera
que se hubiera metido a un nido de víboras negras, de ésas que en el sur de
Veracruz conocen como nauyacas y son terriblemente ponzoñosas.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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