FISCALIZACIÓN OMISA Y CÓMPLICE
Fotografía: AVC Noticias |
Para
sorpresa de todos en Veracruz, el Órgano de Fiscalización Superior del Estado
(Orfis) reportó en su informe de resultados de la revisión de la Cuenta Pública
del año 2015 irregularidades que alcanzan, según la Comisión de Vigilancia del
Congreso local, los 14 mil millones de pesos. Solamente durante ese ejercicio
fiscal.
Se
preguntará usted, ¿por qué eso es una sorpresa, si por lo menos desde hace dos
años se ha acreditado el desfalco a las finanzas del estado de Veracruz
perpetrado por sus actuales (malos, pésimos, corruptos) administradores?
Pues
precisamente por eso. Porque por primera vez desde que fue creado en el sexenio
de Miguel Alemán Velasco, el Orfis dio a conocer información sobre posible daño
patrimonial al erario del estado bajo la responsabilidad de las dependencias
del Poder Ejecutivo local, que encabeza Javier Duarte de Ochoa.
Nunca,
desde su origen hace más de 15 años, el órgano fiscalizador estatal había dado
un informe sobre la revisión de la Cuenta Pública como el que el que presentó la
semana pasada, en el que se detallan las inconsistencias administrativas y los
malos manejos en que incurrió el gobierno estatal y que se adicionan a lo
denunciado por su par federal, la Auditoría Superior de la Federación.
En
los hechos, el Órgano de Fiscalización Superior se dedicó todos estos años a
voltear la cara para no ver lo que ha sido evidente siempre, y no sólo durante esta
administración: el manejo discrecional de los recursos públicos, su aplicación
fuera de normatividad, cuando no el abierto desvío de los mismos.
Además
de servir como “tapadera” para ocultar vicios en la administración pública del
estado, el Orfis ha jugado el papel de brazo ejecutor contra enemigos del
régimen o políticos caídos en desgracia, particularmente a su paso por las
alcaldías. Y hasta eso, ningún peso pesado. Nada de “peces gordos”. Si acaso,
dos o tres “charalitos” con los cuales simular que se cuidaban “celosamente”
los recursos estatales.
Por
eso asombra lo que, ahora sí, “encontró” el auditor general del estado, Lorenzo
Portilla, en la Cuenta Pública de 2015. Entre otras cosas, evidencias del
desfalco al Instituto de Pensiones; de la disposición ilegal del dinero de los
jubilados y de las becas de los estudiantes; de la desaparición de fondos cuyo
destino era la seguridad pública, la comunicación social y las obras para el
desarrollo metropolitano de la entidad. Todo un rosario de malversaciones de
los recursos de los veracruzanos que, reiteramos, eran obvios desde hace mucho tiempo.
Si
el Orfis hizo su “chamba” medianamente esta vez no es porque las
irregularidades sean novedosas, sino porque ante el viraje político que ha
tomado Veracruz luego de las elecciones del pasado 5 de junio, en las que el
PRI perdió el poder, ya no había manera de esconder el hoyo negro de las
finanzas estatales, lo cual es irrebatible si se toman como referencia los
informes presentados por la Auditoría Superior de la Federación, que revelan
desvíos que se arrastran desde el sexenio de Fidel Herrera Beltrán.
Si
tan sólo las inconsistencias correspondientes a 2015, año en el que la debacle
económica de la entidad ya causaba estragos, ascienden a 14 mil millones de
pesos, ¿cuánto les habrá “perdonado” el Orfis en los tiempos de jauja, cuando
el dinero fluía a manos llenas, en la época de la “plenitud del pinche poder”?
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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