LA TRAICIÓN DEL PRD ROJO
Fotografías: proceso interno PRD |
El
virtual candidato a la gubernatura de Veracruz de la coalición PAN-PRD, Miguel
Ángel Yunes Linares, debería poner atención a la naturaleza mercenaria y
traicionera de sus “aliados” perredistas, que este domingo dieron muestra de
cómo se las siguen gastando.
En
los distritos en los que lleva mano para definir candidatos, el Partido de la
Revolución Democrática celebró elecciones internas este domingo, mismas que en
varios casos se vieron plagadas de irregularidades y prácticas fraudulentas,
cuyo objetivo, dicen los mismos perredistas, es terminar postulando abanderados
“a modo” que no les hagan sombra a los priistas.
Es
el caso del distrito de San Andrés Tuxtla, donde quedó documentado un descarado
operativo de acarreo y coacción del voto para apoyar a la precandidata
Guadalupe Málaga Ignot, cuyo padre, Héctor Málaga Catemaxca, es un regidor
perredista de ese ayuntamiento a quien se señala de ser un “dilecto” integrante
del llamado “PRD rojo”, coludido con el gobierno estatal y con el PRI.
De
manera inverosímil, cientos de personas acudieron a votar en las casillas perredistas
instaladas en el centro mismo de San Andrés Tuxtla, movilizadas en camiones -unos
cien fueron contados- por personas vestidas de civil con apariencia de policías,
a cambio de dinero en efectivo y despensas.
Detrás
de este “operativo”, señalan militantes perredistas, no podría estar nadie más
que el principal interesado en no tener rivales reales en el distrito de San
Andrés Tuxtla: el ex oficial mayor de la Secretaría de Educación y ex tesorero
de la Secretaría de Finanzas y Planeación, Vicente Benítez González, seguro
candidato del PRI a la diputación por esa demarcación.
No
hay que olvidar que durante todo el sexenio, e incluso desde la campaña de
2010, Vicente Benítez fue el “señor del dinero”, el operador financiero del
duartismo, el hombre que repartía los billetes y llenaba las alforjas. Baste
recordar aquel ignominioso episodio de los maletines con 25 millones de pesos
decomisados a empleados del gobierno veracruzano en el aeropuerto de Toluca en
2012, por lo cual tuvo que renunciar -en un acto de mera simulación- a la
Tesorería estatal.
Benítez
dejó la Oficialía Mayor de la SEV cargado de dinero que comienza a invertir en
su proyecto político personal, utilizando las mismas “estrategias” que les han
resultado exitosas con anterioridad: compra no sólo de votos, sino de
conciencias y lealtades, bajo la máxima de la doctrina fidelista de la que
abrevó la actual generación gobernante de que todo lo que sea posible de
arreglarse con dinero, sale barato.
Pero
no solamente Benítez es responsable. Los perredistas acusan que su dirigente
estatal, Rogelio Franco Castán, estuvo al tanto de todas las irregularidades
que se suscitaron antes y durante la elección interna y no hizo nada, por lo
que no dudan en señalar que o es absolutamente incapaz, o bien es cómplice de
esa estrategia para desfondar la coalición opositora desde las candidaturas a
las diputaciones locales.
No
sería la primera vez que Rogelio Franco le jugara las contras a su propio
partido. En el 2013, en la elección de alcaldes, hizo exactamente lo mismo: la
traición del PRD rojo.
¿Se
imagina de lo que es capaz de hacer con la gubernatura de por medio?
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario