NEPOTISMO, DEDAZO E IMPRESENTABLES
El ADN priista que le brota a Morena a la
mínima oportunidad se ha hecho presente con fuerza en su proceso interno de
selección de candidatos a las presidencias municipales de Veracruz.
Nepotismo, uso de cargos públicos para la
promoción personal, guerra sucia mediática, aspirantes impresentables y el
adelanto del más clásico “dedazo” han caracterizado el arranque de un proceso
que, como lo fue durante décadas en el PRI, de democrático no tiene
absolutamente nada, pero que en Morena además es burdo, soez de tan obvio.
En una entrega anterior de la Rúbrica
referimos cómo varios funcionarios públicos del gobierno de Rocío Nahle
campechanamente se inscribieron al proceso de elección morenista sin tomarse la
molestia de dejar sus cargos, incurriendo en un abuso que, como se mencionó en
ese texto, con mucha facilidad podría caer en el uso de los recursos públicos
para promover esas aspiraciones electorales.
Pues bien, resulta que en pleno proceso, el
Instituto de Pensiones del Estado anunció que a partir del próximo lunes 20 de
enero activará un programa de préstamos para sus derechohabientes con un
presupuesto de más de 700 millones de pesos, maniobra que claramente busca
beneficiar a su titular Daniela Griego, quien tras una trayectoria
aparentemente sin tacha en la política y el activismo, decidió enlodarse en el
fango de la corrupción electorera en su ambición por ser alcaldesa de Xalapa.
Por si eso no bastase, tiene a todo el aparato
partidista y propagandístico de Morena volcado en su favor, al grado que el
dirigente estatal, Esteban Ramírez Zepeta, sin rubor alguno está operando un
descarado “dedazo” para imponer a Griego en la candidatura, agraviando a los
otros “suspirantes” que, ingenuamente, todavía creen que en su partido habrá
una competencia justa y pareja, cuando no es la primera vez que los agarran de
pen…itentes para una burda imposición. Para muestra, la elección de la
candidatura a la gubernatura del año pasado.
Pero éste no es el único caso de abuso de
poder entre quienes todavía se atreven a decir que “no son iguales” (ya sabemos
que son peores, por hipócritas). En Hueyapan de Ocampo, una familia pretende
establecer un cacicazgo y heredarse entre ellos el poder: los Gómez Cazarín.
Luis Alberto Gómez
Cazarín, hermano del delegado de los Programas del
Bienestar en Veracruz Juan Javier Gómez Cazarín, e hijo del actual alcalde Juan Gómez
Martínez, también se registró en el proceso interno de Morena para
la designación de candidaturas, pretendiendo relevar a su padre con el apoyo
político-electoral de sus parientes, lo que ha provocado críticas feroces
dentro del propio partido oficial.
Lo irónico es que apenas el pasado 9 de
enero, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el próximo periodo ordinario
de sesiones del Congreso de la Unión presentará una
iniciativa de reforma para “eliminar el nepotismo” en los
cargos de elección popular, con el objetivo de que éstos no se puedan heredar a
familiares directos.
O los Gómez Cazarín no se enteraron, o les
vale una tonelada de pepinos pelados. Aunque siempre cabe la posibilidad de que
el anuncio presidencial también sea una mera “finta”, una simulación.
Así, en todos los municipios se inscribieron
lo mismo arribistas que acusados de violencia de género, tránsfugas de todos
los partidos, emisarios del fidelismo, duartismo y yunismo, y un largo etcétera
de impresentables, muchos de los cuales, ante la inexistencia de la oposición
partidista, llegarán a los ayuntamientos a servirse con la cuchara grande y a
saquear lo que puedan.
Justo como en los mejores tiempos del PRI.
¿Y
dónde está el rector?
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