¿Y DÓNDE QUEDARON LOS AHORROS?
Fotografía: Cuartoscuro/ Galo Cañas |
Pese al triunfalismo del discurso oficial que
alcanzó tintes teatrales durante el mensaje presidencial con motivo de la
presentación del segundo informe de gobierno, la realidad de la economía del
país es muy diferente al mundo de caramelo que Andrés Manuel López Obrador
esbozó la mañana de este martes en Palacio Nacional.
Dicho en otras palabras, representa una
suerte de fondo de ahorro cuyo objetivo es compensar los desajustes que puedan
registrarse en los ingresos gubernamentales durante el año fiscal en vigencia y
así cubrir el gasto planeado originalmente en el Presupuesto de Egresos de la
Federación.
A inicios de 2019, los recursos del FEIP
ascendían a unos 290 mil millones de pesos, que en ese momento representaban aproximadamente
un punto porcentual del Producto Interno Bruto del país. Pero para finales de
ese mismo año, su saldo era de 158.4 mil millones. Había perdido cerca de la
mitad de sus fondos, tomados por el gobierno para fines poco o nada
transparentes.
Otro de los “guardaditos” a los que se
refirió el secretario de Hacienda son las coberturas petroleras, mismas que consisten
en “una serie de operaciones que protegen las finanzas públicas en caso de una
caída abrupta del valor del crudo”.
Las coberturas petroleras contratadas
por la administración de Andrés Manuel López Obrador para 2020 buscaban garantizar
ingresos por un precio en el mercado de 49 dólares por barril de petróleo mexicano.
Y como es bien sabido, durante el segundo trimestre del año el crudo mexicano
llegó a valer nada –al grado que salía menos caro tirarlo que almacenarlo- tras
desplomarse los precios internacionales a causa de la paralización de las
actividades económicas provocada por la pandemia. Y debido en buena medida también
a la pésima conducción de la política energética por parte de la secretaria del
ramo, Rocío Nahle García, quien se creyó la broma de que podía “agarrarse a las
patadas” en una negociación con los jeques árabes y con Rusia. Amén del
desastre en Petróleos Mexicanos, que en el primer semestre de este año perdió
más de 600 mil millones de pesos.
El resultado es que entre ambos fondos, el
gobierno mexicano gastará en números cerrados unos 289 mil millones de pesos,
dinero con el que busca cubrir el boquete en los ingresos presupuestarios del
país de 297 mil millones que dejó la caída de la economía nacional durante el
confinamiento por la emergencia sanitaria.
No es gratuito pues que en el discurso
presidencial se aluda constantemente a las remesas enviadas por los migrantes
mexicanos en Estados Unidos, que han sido la verdadera tabla de salvación de la
economía del país que, hacia finales de 2020, se prevé tenga una caída de 10.02
por ciento en total.
Ante este escenario de precariedad financiera
del país –que entre otras consecuencias significará una reducción en las
participaciones federales a estados y municipios en 2021, y que en el caso de
Veracruz se estima sea de un tres por ciento- llama la atención que en su
informe, el presidente López Obrador presuma “ahorros” por la “austeridad
republicana” y por “no permitir la corrupción” del orden de 560 mil millones de
pesos durante lo que va de su administración.
¿Por qué, si estamos tan “bien”, estamos tan
mal entonces? ¿Dónde quedó ese dinero?
Quizás la respuesta la encontremos en las
campañas de 2021.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario