ESTADO DE IMPUNIDAD
![]() |
Fotografía: Cuartoscuro |
Sobrado, como “campeón”, vistiendo de traje y
coreando “sí se pudo, sí se pudo” mientras mostraba las palmas de sus manos
abiertas, como si de verdad las tuviese limpias, abandonó el penal de Pacho
Viejo la tarde-noche de este miércoles el ex fiscal duartista Luis Ángel Bravo
Contreras.
Casi al mismo tiempo dejaron su encierro
carcelario la ex directora de Investigaciones Ministeriales Rosario Zamora, el ex
director de Servicios Periciales Gilberto Aguirre y la ex delegada regional de
la Policía Ministerial de la zona centro Carlota Zamudio Parroquín.
Todos ellos, imputados y procesados por el
delito de desaparición forzada durante el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares
como gobernador. Todos, beneficiados por la justicia federal con el cambio de
medida cautelar, de prisión preventiva a prisión domiciliaria. Podrán continuar
con sus respectivos juicios desde la comodidad de sus hogares.
La estrategia seguida por todos fue reclamar
la aplicación de “medidas cautelares excesivas” al decretárseles en su momento
la prisión preventiva, lo cual les fue concedido por jueces federales, a pesar
de la gravedad de los delitos que se les achacan.
De inmediato, los interesados en hacer caer
de la Fiscalía General del Estado a Jorge Winckler Ortiz lo responsabilizaron
por la liberación de estos ex funcionarios e intensificaron su campaña para
lograr su destitución.
Es un hecho y en este espacio se señaló en su
momento, que aprehensiones como la de Luis Ángel Bravo –por la temporalidad de
su ejecución- fueron parte de una estrategia político-electoral del anterior
gobierno, que con ello buscó beneficiar al entonces candidato del PAN-PRD a la
gubernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Márquez.
Los señalamientos y elementos en contra de Bravo
Contreras y los demás ex mandos ministeriales se arrastraban desde la propia
administración de Javier Duarte de Ochoa. Pero la Fiscalía General del Estado
procedió hasta el momento en que le representaran ganancia política para el
proyecto sucesorio de los Yunes panistas, pervirtiendo el sentido de la
procuración de justicia y rebajándolo a un asunto de politiquería.
Antes, al inicio del gobierno de Yunes
Linares y a cambio de impunidad, pactaron con Bravo Contreras su salida
“voluntaria” de la Fiscalía -a pesar de que había sido nombrado por un periodo
de nueve años- para que arribara a la titularidad Winckler Ortiz. Acuerdo que
el yunismo rompió cuando sintió que así convendría a sus intereses de poder.
Como sabemos, no les alcanzó.
Ello no quiere decir que los ex funcionarios
a quienes los jueces concedieron el cambio de medida cautelar sean inocentes de
los cargos que se les imputan. No se les ha exonerado y sus procesos continúan.
Así que el señalamiento de que se les integraron carpetas de investigación
defectuosas tampoco es válido. Éstas todavía siguen su curso.
Si nos conformamos con el rigor legalista, no
habría nada que cuestionar a ninguna autoridad, pues los juicios se han
desahogado conforme a derecho y cumpliendo con las correspondientes etapas
procesales.
Pero creer que no hay intereses políticos de
por medio en las decisiones de los jueces –que son igual de susceptibles a las
presiones, las amenazas y los billetazos como cualquier otro- sería, por lo
menos, ingenuo. Por no decir estúpido o cínico.
El hecho concreto es que no hay ya un solo ex
funcionario duartista en prisión, salvo el propio Javier Duarte, que ya recibió
una –ridícula- sentencia y aún pelea porque le sea reducida su condena. Pronto,
seguramente hasta le tendremos que pedir disculpas.
La realidad también es que todos ellos
salieron de la cárcel una vez que el régimen de la “cuarta transformación” tomó
las riendas de la entidad y del país. Algunos, a los pocos días de que éste
iniciara, como si urgiera.
Nadie paga –ni pagará- por el saqueo, la
violencia, la muerte, las desapariciones de personas en Veracruz durante el
infame sexenio de Javier Duarte de Ochoa. Asistimos a un grotesco estado de
impunidad.
Y los perpetradores lo celebran a carcajadas.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario