EL REGRESO DE LA FIDELIDAD, SIN FIDEL
Fotografías: archivo |
De
la misma manera como sucedió con los nuevos consejeros del Organismo Público Local
Electoral de Veracruz, la designación de Claudia Díaz Tablada como magistrada
del Tribunal Electoral estatal obedeció a acuerdos políticos que, contra lo que
se asegura en el discurso, en nada se diferencian de los que se han hecho
siempre en todos los órganos de toma de decisiones del país.
La
designación de los 14 magistrados electorales de los 12 estados donde se abrían
vacantes no estaba en el orden del día de la sesión del Senado de la República
del pasado 13 de noviembre. El tema fue incluido de última hora y sin contar
con el consenso de las fracciones parlamentarias. Aunque ni siquiera lo
necesitaban.
Operadas
por el presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de la
bancada de Morena en la Cámara de Senadores, Ricardo Monreal Ávila, las
designaciones obedecieron particularmente a los intereses de este partido, que
alegó le “tocaba” decidir sobre los magistrados electorales, en especial en los
estados en los que ganaron las pasadas elecciones –como Veracruz-, ya que en
los OPLEs llevó mano el PRI desde el Instituto Nacional Electoral.
Para
ello, Morena contó con el apoyo de su nuevo y flamante “aliado”, el Partido
Verde, que no hay que olvidar que en Veracruz es “regenteado” por el grupo
político del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán. Y por ahí se puede jalar el
hilo que lleva a la decisión de optar por Claudia Díaz Tablada como magistrada
electoral en esta entidad.
A
ella se le ubica dentro del equipo político que sigue encabezando en Veracruz
Gabriel Deantes Ramos, el operador electoral del gobierno de Javier Duarte de
Ochoa y quien de acuerdo con algunas versiones recabadas por quien esto escribe,
habría hecho también “trabajo” para el hoy gobernador electo Cuitláhuac García
Jiménez, tanto en las elecciones para la gubernatura de 2016 como en las de
2018.
La
designación de Díaz Tablada –quien ha trabajado en el área electoral
jurisdiccional desde la época en la que Fidel Herrera fue gobernador- sería
pues un pago por los servicios prestados a la causa morenista en Veracruz por
el grupo fide-duartista, cuyo empoderamiento en la próxima administración
estatal, a través de personeros políticos y empresariales, es cada vez más
evidente.
El
regreso de la fidelidad, sin Fidel. Con todo lo que eso implica.
La aplanadora
Tras
el clarísimo “jalón de orejas” que les dieron desde el Altiplano, los diputados
locales de Morena de la LXV Legislatura se dejaron de tonterías e integraron
una sola fracción parlamentaria, con lo que se aseguraron el control de los
principales órganos directivos del Congreso de Veracruz, empezando por la Junta
de Coordinación Política.
Y
vaya que se tomaron en serio lo del control. Morena preside 22 de las 40
comisiones legislativas. Y además las más importantes, como Vigilancia,
Justicia y Puntos Constitucionales, Hacienda del Estado y Hacienda Municipal.
Esto
provocó una airada queja de la disminuida bancada del PAN, que acusó
“autoritarismo” por el reparto “desigual y sesgado” de las comisiones por parte
de la aplanadora morenista.
Exactamente
igual a lo que hicieron los panistas los últimos dos años.
Los
malos ejemplos y prácticas cunden. Y a veces se regresan.
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aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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