GOBIERNO EN CAMPAÑA
Imagen: Gobierno del Estado de Veracruz |
Decidido a imponer a como dé lugar a su hijo
como su sucesor en la gubernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares ha
puesto al servicio del candidato de la coalición PAN-PRD-Movimiento Ciudadano a
toda la estructura de la administración estatal. Con la complacencia de las
autoridades electorales, que pareciera están de adorno.
En esa estrategia, dos dependencias del
gobierno estatal juegan un papel preponderante: por un lado, la Secretaría de
Desarrollo Social, que maneja el programa asistencialista estrella de la
presente administración, “Veracruz comienza Contigo”, el cual que está siendo
descaradamente manipulado en beneficio de Miguel Ángel Yunes Márquez.
Es así que en abierto y en plena campaña electoral,
el gobierno continúa entregando tarjetas de descuento de los supermercados
Chedraui a los beneficiarios de “Veracruz comienza Contigo”, hecho que fue incluso
admitido por el propio titular del Ejecutivo estatal.
Además, para nadie es un secreto que los
operadores del gobierno estatal presionan a esos mismos beneficiarios de
“Veracruz comienza Contigo” para que asistan en masa a los actos de campaña de
Miguel Ángel Yunes Márquez en diferentes puntos de la entidad, y así puedan éstos
lucir artificialmente abarrotados –no son creíbles los mares de personas que se
difunden en la propaganda yunista. No de manera espontánea-, so pena de
retirarles el apoyo.
Pieza central de esa operación es la ex
secretaria de Desarrollo Social estatal y actual candidata del PAN a senadora
por la vía plurinominal, Indira de Jesús Rosales San Román, quien para realizar
esa “labor” fue designada como coordinadora de la campaña de Yunes Márquez, de
cuyo círculo de confianza forma parte.
La otra dependencia –por aquello de que a
pesar de ser un organismo supuestamente autónomo, el que manda ahí es el
titular del Ejecutivo- que está en campaña por el hijo del gobernador es la
Fiscalía General del Estado, cuya aplicación selectiva de la justicia busca solamente
el impacto electorero en favor de la imagen de un gobierno que persigue a
medias, cuando quiere y convenencieramente, a los sátrapas duartistas.
En ese marco se dio este domingo el anuncio
de que fue librada una orden de aprehensión en contra de Luis Ángel Bravo
Contreras, antecesor de Jorge Winckler Ortiz en la Fiscalía General del Estado,
a quien se le imputa el delito de desaparición forzada de personas, en una
extraña modalidad: “entorpecer la investigación y apoyar a que los responsables
de su comisión eludieran la acción de la justicia”.
Sin embargo, los términos en los que se
vincula a este delito a Bravo Contreras –por quien se ofrece una recompensa de
cinco millones de pesos para quien aporte datos que faciliten o lleven a su
captura- son exactamente los mismos, letra por letra, que los utilizados para
imputar por el mismo crimen a los ex mandos policiacos estatales, incluido el
ex secretario de Seguridad Pública Arturo Bermúdez Zurita, en el mes de
febrero.
El “timing” para proceder en contra del ex
fiscal duartista es absolutamente electorero, ya que además de haber retrasado
tres meses la orden de aprehensión que bien se pudo librar desde el mismo mes
de febrero, ésta se anunció con estridencia mediática -a 50 días de los
comicios- en lugar de que la autoridad simplemente procediera a su búsqueda y
captura, como ha hecho en otros casos. Dando pie, además, a que Luis Ángel
Bravo se dé a la fuga gracias a este aviso.
Pero lo que importa aquí no es impartir
justicia. Ni apoyar a las personas en situación de marginación. A un gobierno
en campaña lo único que le interesa es lograr su objetivo: que el hijo del
gobernador gane las elecciones.
Al costo que sea.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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