¿SE ACABÓ LA IMPUNIDAD EN VERACRUZ?
Fotografía: Gobierno del Estado de Veracruz |
De
manera sorpresiva, este jueves 18 de mayo fue detenido en el puerto de Veracruz
el dirigente del Sindicato de Trabajadores de Tenaris-Tamsa, Pascual Lagunes
Ochoa.
El
líder sindical está acusado de los delitos de lesiones, homicidio y
¡terrorismo!, por los hechos violentos suscitados la madrugada del pasado 24 de
marzo afuera de las instalaciones sindicales entre sus seguidores y sus
antagonistas, enfrentamiento que dejó un saldo de dos muertos y varios heridos,
entre estos últimos el reportero del diario Imagen de Veracruz, Israel
Hernández, quien realizaba la cobertura periodística.
Durante
décadas y al más puro estilo de las viejas guardias gremiales de México,
Pascual Lagunes ha ejercido un férreo dominio del sindicato de la empresa
industrial privada más importante del estado de Veracruz, controlando y
administrando cinco mil plazas laborales, lo que le valió acumular un gran
poder político y recibir el favor de los gobernantes veracruzanos desde hace
casi 30 años, siempre cobijado por el Partido Revolucionario Institucional.
Su
detención por parte de la Policía Ministerial del Estado provocó una situación
de alta tensión en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Sus simpatizantes,
encabezados por su hermano Gonzalo Lagunes, amenazaron con parar la planta de
Tenaris-Tamsa y hasta el momento de escribir estas líneas, había riesgo de más
violencia.
También
hubo reacciones por el lado político. En su cuenta de Twitter, el senador y ex
candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz, Héctor Yunes Landa, acusó una
“detención selectiva de priistas” por parte del gobierno estatal en medio del
proceso electoral, así como el riesgo de que la administración que encabeza su
primo hermano Miguel Ángel Yunes Linares convierta a Veracruz “en un estado
policiaco, que persigue solo a líderes y trabajadores, pero es incapaz de
frenar a la verdadera delincuencia”.
Sin
hacer alusión directa a la aprehensión del dirigente sindical, el gobernador
Yunes Linares emitió un comunicado en el que señaló que “Veracruz padeció
largos años gobiernos que no aplicaban la ley porque los propios gobernantes la
violaban. Cuando tomé posesión me comprometí a cumplir y hacer cumplir la
Constitución y las leyes, y lo estoy haciendo”.
Añadió
que “la aplicación de la ley no puede admitir excepciones; igual está obligado
el gobernador que cualquier ciudadano, sea cual sea la tarea que desempeñe. La
estabilidad social no se logra dejando que se violenten las normas y volteando
hacia otro lado para no advertirlo. Para que Veracruz salga de la crisis se
requiere certidumbre jurídica. Lo vamos a lograr”.
Y
remató, fiel a su estilo: “no aceptaré presión ni amenaza alguna. Soy hombre de
valor, convicciones y principios y así seguiré actuando”.
Sin
embargo, y a pesar de sus dichos, la aplicación de la ley sí ha sido selectiva
y ha admitido excepciones en lo que va de la administración de Miguel Ángel
Yunes Linares, que está próxima a cumplir sus primeros seis meses. Como lo
hemos señalado en reiteradas ocasiones en este mismo espacio, varios de los
integrantes de la pandilla duartista-fidelista que devastaron a Veracruz andan
tan campantes, sin que en su contra exista denuncia ni averiguación alguna. Uno
de ellos hasta se va a casar y ya mandó correr las amonestaciones para su
enlace religioso el próximo 19 de agosto, en la Catedral de Tuxpan.
¿De
verdad se acabó la impunidad en Veracruz, como dice el gobernador? ¿O como
siempre, los políticos sólo nos dan “atolito con el dedo” en época electoral?
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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