PARA SER FISCAL, HAY QUE PARECER FISCAL
Fotografía: Oscar Martínez/ AVC Noticias |
La
responsabilidad de llevar las riendas de un organismo tan delicado como la
Fiscalía General del Estado ha resultado demasiada para el abogado Jorge
Winckler Ortiz.
Y
no porque le falte capacidad. En su práctica profesional privada ha demostrado
ser competente. No por nada le fue encomendada la representación jurídica del
gobernador Miguel Ángel Yunes Linares desde antes de que fuese candidato a su
actual encargo.
Sin
embargo, las presiones inherentes a esa posición, la compleja situación del
estado en materia de seguridad –que no ha mejorado un ápice los últimos cinco
meses, y que inevitablemente abarca el tema de la procuración de justicia-, así
como su carácter veleidoso y su mecha corta ante las críticas por los reveses
judiciales que le han propinado, tienen a Jorge Winckler contra la pared, en
una encrucijada.
En
menos de medio año, el Fiscal se ha peleado con todo mundo. Con los colectivos
de búsqueda de desaparecidos, que exigen a gritos su renuncia; con los medios
de comunicación, de cuyos integrantes se burla y reta; y ahora con los
diputados, locales y federales, a quienes llamó “una bola de corruptos” por
haber detenido las solicitudes de procedencia para desaforar al ex tesorero
duartista Tarek Abdalá en San Lázaro, y al presidente municipal de Fortín,
Armel Cid León, en la LXIV Legislatura local.
La
poca tolerancia al fracaso del fiscal Winckler lo ha hecho cometer todos estos
exabruptos, causándole serios dolores de cabeza a su jefe político, el
gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Por
ejemplo, el encontronazo con los diputados locales por el caso del alcalde de
Fortín provocó que hasta el por lo general tibio y miedoso coordinador de la
bancada del PRI en el Congreso del Estado, Juan Nicolás Callejas Roldán,
saliera a contestarle al Fiscal, deplorando sus dichos y manifestando que “no
tienen cabida amenazas, intimidaciones o descalificaciones”.
A los pocos minutos, Jorge Winckler publicó
una carta en redes en la que pidió disculpas a los diputados del Congreso del
Estado, “pues mi declaración ante los medios de comunicación respecto del
sentido de su voto (en el tema del alcalde de Fortín) fue imprecisa e
incorrecta”. ¿Hubo “jalón de orejas” de por medio? Muy probablemente.
Es un hecho que las críticas por el desempeño
gubernamental continuarán. Tanto las constructivas como las interesadas.
También es un hecho que los entes de gobierno deben estar sometidos al
escrutinio público para mejorar su desempeño. Cuando eso no sucede, pasan
horrores como el del duartismo.
Quien no puede seguir por la misma ruta es el
fiscal Winckler. Si quiere permanecer en el cargo, necesita cambiar su actitud,
concentrarse más en su trabajo y menos en las redes sociales, y entender que en
la arena de la política, a la que aceptó integrarse, se juega rudo y hay que
tener la piel muy gruesa para mantener el equilibrio emocional.
No
basta con ser un exitoso abogado. Ni ser una persona honesta o
bienintencionada. Para ser Fiscal, hay que parecer Fiscal.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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