SIMULACIONES DE LEGALIDAD
Fotografía: Facebook de Rogelio Franco |
El
artículo 50 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Veracruz
de Ignacio de la Llave establece que “los titulares de las dependencias y
entidades de la administración pública deberán ser veracruzanos y contar con título
profesional expedido por autoridad o institución legalmente facultada para
ello, y cumplir con los demás requisitos que establezca la ley”.
Como
queda bastante claro, contar con una carrera universitaria avalada por un
título profesional es un requisito constitucional para ocupar la titularidad de
una secretaría de despacho en el estado de Veracruz. No es opcional, ni deja
resquicio alguno sobre la obligatoriedad de su observancia. No importa si el
personaje es capaz, experimentado ni “buena onda”.
Esto
viene a cuento por la polémica sobre el título profesional del secretario de
Gobierno de la recién estrenada administración estatal yunista, el perredista
Rogelio Franco Castán.
Desde
que se supo que el pago que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares le daría a
Franco Castán por haber aliado al PRD a su causa sería la Secretaría de
Gobierno, el segundo puesto de mayor jerarquía en el organigrama de la
administración pública estatal, se comenzó a mencionar lo que era un secreto a
voces: que el perredista carecía de título profesional y, por consecuencia,
estaba imposibilitado legalmente para asumir ese cargo.
Durante
todo ese tiempo previo a la asunción al poder del nuevo gobierno, Franco Castán
guardó silencio sobre su situación académica. Lo más que llegó a contestar es
que sí estaba titulado, pero sin mostrar la prueba de sus dichos.
Eso
sucedió apenas este domingo 4 de diciembre, tres días después de haber rendido
protesta en la Secretaría de Gobierno. Rogelio Franco publicó en su cuenta de
Facebook una imagen de su título profesional como licenciado en Derecho por la
Universidad Veracruzana. Pero presenta una “pequeñísima” salvedad.
La
fecha de expedición del título de Franco Castán es el 28 de octubre de 2016. El
Secretario de Gobierno de Veracruz tiene apenas poco más de un mes de ser,
legalmente, un profesionista, si nos atenemos al documento que presentó y con
el cual “hago constar que cumplo con el requisito de titulación exigida
legalmente para asumir el cargo”.
La
simulación de legalidad detrás de esto es vergonzosa. Quedó evidenciado que le
fue expedido un título “fast track” al funcionario para que pudiera cubrir el
requisito constitucional. Pero lo más grave es que haya sido la Universidad
Veracruzana, la máxima casa de estudios de este estado y su rectora, Sara
Ladrón de Guevara –cuya firma avala el documento-, la que se prestara a la
pantomima legaloide.
Ante
la incredulidad generalizada, pues en la Dirección General de Profesiones de la
SEP no existe registro alguno del título y mucho menos de la cédula, y el
aluvión de críticas que se les vino encima, la Universidad Veracruzana emitió
un comunicado la tarde de este lunes en el que señala que Franco cursó sus
estudios en la Facultad de Derecho entre 1993 y 1997. Que el 29 de septiembre
de 2016, 19 años después, el Consejo Técnico de la escuela lo “exentó” del
examen profesional por “acreditar parcialmente estudios de posgrado”. Que el 18
de octubre siguiente el Secretario de Gobierno solicitó la expedición de su
título. Y que, con una celeridad impresionante, la Oficialía Mayor de la UV lo
emitió ¡diez días después!, el 28 de octubre pasado.
Mal
empieza un gobierno que jura acabar con la corrupción y para pagar un
compromiso político, simula cumplir con la ley y le da la vuelta, a costa
incluso del prestigio de la universidad pública del estado.
Porque
para ser, hay que parecer. Y esto lo único que parece es lo mismo de siempre.
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aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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