NO ES NADA PERSONAL, SON SOLO NEGOCIOS
Fotografía: archivo |
Incapaz de accionar de otra manera que no sea
pandilleril, el régimen de la mal llamada “cuarta transformación” ha hecho del
chantaje, la extorsión y la coacción un estilo para gobernar y hacer política.
Por supuesto, para chantajear a alguien es
necesario que éste sea chantajeable, o dicho de otra manera, que tenga “cola
que le pisen”. Y que mayor “colota” que la que pueden tener en lo que queda del
otrora imbatible “partidazo”, el Revolucionario Institucional.
Toda la serie de audios que la gobernadora de
Campeche Layda Sansores ha presentado en las últimas semanas para exhibir la
corrupción del todavía dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas,
es material con el que el régimen contaba desde hace mucho y que si decidieron
sacarlo ahora a la luz, es por dos razones fundamentales: cobrarle al priista
el voto de su bancada contra la fracasada iniciativa de reforma eléctrica y
hacerle saber lo que va a suceder si hace lo mismo con la reforma política.
Se trata, ni duda cabe, de una persecución
política y un abuso gigantesco de poder. Pero el problema de Moreno Cárdenas es
que es tan evidente el pozo de fango en el que está hundido por su corrupción,
que a nadie conmueve, salvo a quienes ven en peligro sus “cotitos” de poder
alcanzados a la vera del ex gobernador de Campeche, los cuales desaparecerán
cuando éste salga de la dirigencia. Para lo cual ya no falta mucho.
Moreno Cárdenas es insostenible. De nada le
sirve ya victimizarse. Su imagen está por los suelos –por su propia
irresponsabilidad y falta de probidad, valga señalarlo-, y su presidencia está
acelerando el camino del PRI a la extinción. Y de paso, el de la alianza
opositora, que se ve afectada en un nivel directamente proporcional al de la debacle
política de “Alito”.
Mientras su salida –tarde que temprano-
sucede, el lopezobradorismo gobernante suelta su lado más mezquino y
autoritario. Amenaza, intimida y agrede. La misma Layda Sansores -otra impresentable-
amagó a las diputadas federales del PRI al dar a entender que cuenta con
material gráfico íntimo que algunas de ellas supuestamente le habrían enviado a
Alejandro Moreno Cárdenas.
“Él las embauca y es muy cautivador, pero yo
creo que a unas les paga la renta y en fin. Pero cuidado, diputadas,
porque algunas de ustedes mandaron fotos, unas hasta desnudas, entonces,
se las mandan a ‘Alito’ y ‘Alito’ con eso las tiene, y creen que él las va
a cuidar y que va a proteger esas fotos. No, no pueden intimidar (sic) así con
este señor, porque él no tiene escrúpulos. Es solo una advertencia.
Nosotros hemos sido muy cuidadosos de que esas fotos no salgan a la luz, pero
hay que tener mucho cuidado”, dijo la gobernadora de Campeche durante
una surrealista emisión para la cual se aprovecha de la televisora pública de
su entidad.
No es difícil entender por dónde van. Solo le
faltó decir que “sería una lástima que esas fotos se difundieran” si las
diputadas votan en contra de la reforma política lopezobradorista. Fotos y
audios obtenidos y difundidos de manera ilegal, abierta y descaradamente, por
una servidora pública de las que están “transformando” al país.
La saña que usa la “4t” para intimidar a sus
adversarios es tan asquerosa como la impunidad con la que pueden violar la ley.
Porque solo por esos dichos, Layda Sansores debería ser sometida a juicio
político y procesada penalmente por violencia digital y violencia política en
razón de género. Lo cual, por supuesto, no va a suceder. No todavía.
En ese mismo tenor está el anuncio de este
jueves en la “mañanera” presidencial. El titular de la Unidad de Inteligencia
Financiera de la Secretaría de Hacienda, Pablo Gómez –quien penosamente enterró
la lucha democrática y social para convertirse en un vulgar golpeador de los
enemigos del régimen, cual diazordacista cualquiera- dio a conocer –a pregunta
“sembrada” de por medio- que se abrió una carpeta de investigación en contra
del ex presidente Enrique Peña Nieto por haber recibido transferencias
bancarias entre 2019 y 2021 por un monto de “apenas” 26 millones de pesos. Una
bicoca, tomando en cuenta que como titular del Ejecutivo tuvo a su disposición
miles de millones.
Precisamente por eso es que la intención de
este anuncio es también muy clara. Además de colocar el consabido distractor en
un momento en que las crisis de seguridad y económica se disparan en México, el
presidente López Obrador –porque absolutamente nada de lo que hacen pasa sin su
autorización- le manda un mensaje al grupo político de Peña Nieto, el
Atlacomulco: quieren el Estado de México el año entrante. Y si no se los dan,
usarán la información –la de a de veras- que tienen.
O en términos concretos. Ni con Alejandro
Moreno ni con Peña Nieto hay ánimo alguno de aplicar la ley o hacer justicia,
porque si “doblan las manos” ambos serán “perdonados”. Cuando lo que debería
hacerse es procesarlos si existen pruebas en su contra, sin más.
Pero para la “4t” la ley es solo un
instrumento para alcanzar sus objetivos, que no los del país. O citando el leitmotiv de una de las películas más
célebres de la historia, “no es nada personal, son solo negocios”. Entre
mafiosos te veas.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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