DELIRIOS DINÁSTICOS
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Fotografía: Facebook de Miguel Ángel Yunes Linares |
Cada vez se preocupan menos por disimular la
pretensión de hacer del estado de Veracruz un coto de poder de una sola
familia, en la versión más acabada de un cacicazgo político con tintes de monarquía
por herencia de sangre.
El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares está
empeñado en heredarle el puesto a su hijo mayor, el presidente municipal
saliente de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, para lo cual ha puesto a
su disposición todo el aparato del Gobierno del Estado de Veracruz.
Para muestra, el último informe de labores del
edil, presentado este domingo 10 de diciembre, fue transmitido en vivo por
Radiotelevisión de Veracruz (RTV), la emisora del gobierno estatal, con un
despliegue similar al que le dieron al propio informe del gobernador Yunes
Linares el pasado 15 de noviembre y a su posterior comparecencia ante los
diputados locales dos semanas después.
De entrada, eso ya supone un acto de inequidad,
puesto que ningún otro presidente municipal veracruzano tuvo acceso a semejante
beneficio por parte de RTV, que es un órgano desconcentrado de la
administración pública estatal. No hay que perder de vista que su actual
director, Raúl Martínez Chávez, fungió como jefe de prensa formal de la campaña
a la gubernatura de Miguel Ángel Yunes Linares y aspira a contender por una
diputación en los comicios de 2018.
Además, prácticamente todo el gabinete estatal
acudió a arropar a Miguel Ángel Yunes Márquez a su informe, que se llevó a cabo
en las instalaciones del World Trade Center, que también forma parte de los
organismos operados por el Gobierno del Estado.
Los recursos humanos, tecnológicos y mobiliarios
de la administración estatal, que son pagados por todos los veracruzanos,
fueron puestos al servicio de la promoción personal del hijo del gobernador,
que con casi absoluta seguridad será candidato a gobernador de la coalición
PAN-PRD-MC el año entrante.
La confirmación de esta especie la dio la
propia madre de Miguel Ángel Yunes Márquez, Leticia Márquez de Yunes.
Entrevistada previo al informe de su vástago, la presidenta del DIF Veracruz respondió
a la pregunta de si le gustaría tener un hijo gobernador: “claro que lo voy a
tener. Voy a tener un hijo gobernador”, exclamó sin dejo alguno de duda.
Y fue más allá, develando, entre en broma y en
serio –más lo segundo que lo primero- lo que ya resultaba evidente desde hace
tiempo: que el proyecto político-familiar no es de dos ni de ocho años, sino de
14, al agregar que tendrá “dos hijos gobernadores”, refiriéndose a Fernando
Yunes Márquez, quien el próximo 1 de enero comenzará su periodo como presidente
municipal del puerto de Veracruz.
Toma así un mayor sentido simbólico una
fotografía publicada hace unos días en sus redes sociales por el gobernador Miguel
Ángel Yunes Linares, en la que se le aprecia haciendo ejercicio con sus dos
hijos, Miguel y Fernando, en una toma en cuyo encuadre –para nada casual- aparecen
los tres escalonados, con el objetivo de enviar un mensaje de futurismo que
raya en la megalomanía. Y que sobre todo, revela una total carencia de valores
democráticos y ética política.
Porque la excusa que se dan a sí mismos para
justificar su pretensión feudal -que nadie les ha regalado nada a los Yunes
Márquez, que han hecho una carrera política por sus propios medios y la gente
ha votado por ellos- podría haber sido válida en años anteriores, cuando el
grupo político antagónico, el fidelismo, estaba en “la plenitud del pinche
poder”.
Ahora, no son otra cosa que delirios
dinásticos.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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