CERO EN CONDUCTA
Fotografía: e-Veracruz |
La decisión del Comité Ejecutivo Nacional del
PAN de vetar lo que ya era una inminente candidatura del ex contralor duartista
Ricardo García Guzmán a la presidencia municipal de Pánuco, le dio un vuelco al
proceso electoral en Veracruz.
Las inconfesables componendas entre el
régimen yunista y García Guzmán para postularlo como candidato contra viento y
marea, a pesar de las incontables críticas que eso generó a nivel local, no les
alcanzaron para imponerlo. No porque les importaran los señalamientos hechos en
Veracruz, lo cual evidentemente les tenía sin cuidado, sino porque el costo
político de la incongruencia de semejante acuerdo se trasladó al ámbito
nacional.
Bastó una portada del diario capitalino
Reforma exhibiendo la postulación de duartistas como candidatos a alcaldes del
PAN en Veracruz para que la dirigencia nacional del blanquiazul diera un
manotazo y rechazara llevar como abanderado a un conocido cómplice de la
corrupción del sexenio anterior, que quién sabe a cambio de qué había logrado
obtener el pase para ser abanderado de la coalición pan-perredista en Pánuco
con la venia del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien ahora se intenta
lavar las manos y evadir su propia responsabilidad en este penoso capítulo.
Porque nadie se va a tragar el cuento de que
Ricardo García Guzmán se fue por la libre en su fallido intento por ser
candidato del PAN. Baste recordar que a su registro fue acompañado ni más ni
menos que por la presidenta del Congreso del Estado, la diputada local por
Martínez de la Torre, María Elisa Manterola Sáinz, en un claro mensaje sobre la
procedencia y fuerza política del aval concedido al ex funcionario duartista.
Tampoco hay que olvidar que en la primera votación
de la LXIV Legislatura del Estado sobre la reestructuración de la deuda,
Rodrigo García Escalante, hijo de García Guzmán, apoyó con su sufragio la
propuesta del gobierno de Yunes Linares, a pesar de que el resto de su bancada
–a excepción de Vicente Benítez, otro que ya negoció su impunidad- fue en
contra.
Ahora, tras el veto panista, Ricardo García
Guzmán intenta desesperadamente que el Partido Verde haga el ridículo
postulando como candidata a la misma posición a su esposa Nora Irma Escalante,
en una más que descarada muestra del impune cacicazgo que ejerce una sola
familia en aquella región.
Pánuco no es el único municipio donde los
prófugos de la fidelidad –que no de la justicia, todavía- intentan infiltrarse
en la coalición PAN-PRD. En Xalapa, Orizaba, San Andrés Tuxtla, entre otros,
también existe inconformidad entre las bases de esos partidos por la
posibilidad de llevar candidatos impresentables e incluso ya hay protestas
contra la dirigencia de José Mancha, quien no ha dado la cara luego del golpe
propinado por el CEN de su partido. En el PRD tienen la cabeza escondida en la
tierra, como es su costumbre.
Atrapado por su propio error, el gobernador
Yunes Linares quiso hacer como si en realidad los partidos se mandaran solos y
como si él mismo no hubiera dado por lo menos señales de su alianza política
con la familia García Escalante, acudiendo personalmente a eventos públicos y
dejándose fotografiar con ellos en Pánuco.
“Yo no participo en el proceso interno de ningún partido; ningún partido ha registrado candidatos, se puede registrar cualquiera pero de eso a que postulen es otra cosa. (…) Me he tomados fotos con miles de personas que me hacen el favor de pedirme foto; yo no le pido credencial de buena conducta a una persona que me pide una foto”, aseguró el gobernador.
Quizás fuera siendo hora de que lo hiciera.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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