¿PRIVATIZAR LAS PENSIONES?
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Fotografía: infoveracruz.com.mx |
Una de las vertientes de la que poco se ha hablado
respecto de la tremenda crisis por la que atraviesa el sistema de pensiones del
estado de Veracruz es que, a raíz de la reforma a la Ley impulsada por el
gobierno estatal y aprobada sobre las rodillas por la LXIII Legislatura local
el año pasado, se estaría en la ruta para privatizar la administración de las
cuotas de los trabajadores estatales.
En la referida reforma a la ley, se modificó el estatus
del Instituto de Pensiones del Estado de Veracruz (IPE), que dejó de ser un
organismo “público” para pasar a ser uno “descentralizado, dotado de autonomía de gestión, personalidad jurídica y
patrimonio propios”.
Éste sólo cambio en la condición jurídica
del Instituto abre la puerta para que el Estado se desentienda en un futuro no
muy lejano de su obligación de aportar los recursos para garantizar las
pensiones de los trabajadores y de velar por la seguridad social de sus propios
empleados.
Eso queda de manifiesto en otro
apartado de la ley, en el artículo 98, el cual establece que “de darse el caso
de que los recursos del Instituto no bastaren para cumplir con las obligaciones
a su cargo establecidas por esta ley, el déficit será cubierto por los
patrones, en la proporción que a cada uno corresponda, previa la celebración de
convenios especiales”.
Con base en lo anterior, no sería
el gobierno como tal, sino unos indeterminados “patrones”, los que tendrían que
resolver una emergencia en materia de solvencia financiera en el IPE, lo que en
los hechos podría dejar al garete a miles de pensionados, la gran mayoría
adultos mayores de avanzada edad. Una injusticia y un acto de perversidad inaudita,
que ya hemos comenzado a ver materializarse en Veracruz.
El objetivo, a decir de
organismos civiles como la Coalición de Pensionistas Independientes del
Instituto de Pensiones del Estado de Veracruz (Copipev), es incorporar al
sistema pensionario veracruzano al esquema de cuentas particulares en las Administradoras
de Fondos para el Retiro (Afores), donde como ya sucede con otros sistemas de
seguridad social, son depositadas las aportaciones de los empleados activos.
Eso implicaría la desaparición del IPE como tal.
Pero si tomamos en consideración
que la deuda del gobierno estatal con el IPE se calcula entre cuatro y seis mil
millones de pesos, ¿qué agente privado estaría dispuesto a tomar esa carga, que
ni siquiera una administración pública estatal está en condiciones de absorber?
Porque aquí el tema de fondo es
que si el IPE y todo el sistema pensionario estatal está en crisis, es por el
desorden financiero que priva en la entidad, pero sobre todo, por el saqueo al
que se ha sometido al Instituto durante décadas.
De las aportaciones de los
trabajadores del estado (que incluye a los maestros, a los burócratas y a los
trabajadores de todas las instituciones públicas) se han financiado campañas
políticas, medios de comunicación y fortunas tan inmensas como inexplicables.
Y de ello no sólo es responsable
el gobierno y los diferentes directores que ha tenido el IPE. Una gran carga de
responsabilidad recae en los líderes sindicales que son miembros del Consejo
del Instituto y que han consentido por años los malos manejos ahí cometidos, en
abierta complicidad con los saqueadores en turno, porque nadie de ellos puede
llamarse sorprendido o engañado.
Ante la voracidad de los
distintos gobiernos estatales, incluido por supuesto el actual, parecería que
quitarle de las manos la administración de las pensiones sería incluso benéfico,
pues dejarían de ser la “caja chica” financiadora de corruptelas políticas.
Pero para que eso fuera realidad,
el proceso tendría que ser limpio, apegado a Derecho, sin beneficiarios ocultos
y sin favoritismos. En una palabra, transparente.
Y la clase política en Veracruz no
la conoce.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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