LA ZANAHORIA Y EL PLATANAR
Como
el rechazo a la iniciativa de la gubernatura de dos años era no sólo
previsible, sino obligado por lo absurdo de la propuesta, el régimen de Javier
Duarte de Ochoa preparó una respuesta a la vieja usanza. Al fin y al cabo,
representa lo más arcaico y oscuro de las prácticas políticas de este país.
Para
garantizar el voto favorable en el Congreso del Estado, lanzaron una zanahoria
que para la mayoría de los diputados es un suculento manjar: la iniciativa de
reforma político-electoral incluye la reelección hasta por ¡cuatro periodos
seguidos! de los legisladores locales.
¿Se
imagina mantener con dinero del erario durante 12 años a vividores de la
política como José Ramón Gutiérrez de Velasco o Rogelio Franco? ¿O a caciques
con fuero como Renato Tronco? Pues ésa es la zanahoria que les puso enfrente
Duarte a los diputados locales para que sin chistar ni ponerse “rejegos”,
aprueben su nuevo bodrio legal. Seguramente a eso se refería el panista Julen
Rementería cuando declaró que la gubernatura de dos años “beneficia al PAN”.
A
pesar de ello, y de que la anquilosada “cultura” y “ortodoxia” priista exige a
sus militantes sumisión y acatamiento de las decisiones de quien sea el “jefe
político” en turno, las voces de inconformidad contra la ocurrencia duartista
no han podido ser sofocadas. Y no nos referimos sólo a las de los que son
afectados directos, como Héctor Yunes y José Yunes, sino incluso algunos
diputados locales del PRI, como Ricardo Ahued Bardahuil y David Velasco
Chedraui, señalaron que una gubernatura de dos años sería riesgosa y no
permitiría conformar un equipo y programa de trabajo eficientes.
Por
ese motivo, la maquinaria gubernamental se echó a andar para operar lo que hasta
ahora ha sido una muy tibia “cargada” en apoyo a la repudiada iniciativa. Apenas
algunos de los amanuenses y corifeos de siempre, que se aferran con fervor al
“chayo” aunque les espine la lengua y otras regiones corporales, y dirigentes
partidistas como Elizabeth Morales o la ahora “priista de hueso colorado” Gina
Domínguez, quienes alaban lo que sin pudor llaman una iniciativa legal “del más
largo alcance” que “fortalecerá el sistema democrático de Veracruz”. Y qué otra
cosa podrían decir, si ambas son empleadas de Javier Duarte.
Pero
como la operación política no es la principal virtud de los duartistas, otro
personaje entró de manera directa a hacer llamadas y enviar mensajes para
conseguir el apoyo de sus “amigos” para la gubernatura de dos años. Ni más ni
menos que el ex gobernador de Veracruz Fidel Herrera Beltrán, quien
personalmente está realizando esa “talacha” con empresarios y dirigentes
políticos, ya que a sus “alumnos” sólo les alcanza para anunciar adhesiones
inventadas, como la supuesta y hasta donde sabemos, falsa, del alcalde de
Perote Paul Martínez.
La
intervención de Fidel Herrera lo que demuestra es quién está detrás de la
perversidad de someter a Veracruz a dos años más de gobiernos rufianes, desprovistos
de la mínima ética política y sin escrúpulos. Total, ya lo hizo antes, en 2010.
El
político, comunicador y poeta Pedro Manterola nos ilustraba hace unos días con
una anécdota de Jesús Reyes Heroles, el ideólogo más lúcido que ha tenido el
PRI en su historia y uno de sus muy pocos personajes realmente destacables.
Cuentan
que cuando le preguntaron al político oriundo del puerto de Tuxpan si se podría
cambiar el artículo 82 de la Constitución, que entonces impedía a los mexicanos
por nacimiento, hijos de padres extranjeros, ser presidentes de México, Reyes
Heroles contestó: “México no es una república bananera para cambiar la ley por
intereses personales”.
Pero
por lo visto, la clase política gobernante en Veracruz cree que vive en un
platanar.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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