EL PROBLEMA ES LA IMPUNIDAD
Tremendo
revuelo mediático causó la lista que, según la revista estadounidense Forbes,
enumera a los diez mexicanos más corruptos de 2013.
Dicha
lista, elaborada por la periodista Dolia Estévez, es encabezada por la ex
lideresa magisterial Elba Esther Gordillo e incluye a personajes como el
“hermano incómodo” Raúl Salinas de Gortari, el dirigente del sindicato
petrolero Carlos Romero Deschamps, el ex secretario de Seguridad Pública federal
Genaro García Luna, la ex vocera presidencial Alejandra Sota, así como los ex
gobernadores Andrés Granier, Humberto Moreira, Tomás Yarrington, Arturo Montiel
y Fidel Herrera Beltrán.
Estévez
explica que para la elaboración de este listado contó con la ayuda de
académicos y periodistas, y hace referencia al Barómetro de Corrupción Global
de la organización no gubernamental Transparencia Internacional, publicado
en julio, que ubica a México como uno de
los dos países más corruptos de América Latina, junto con Argentina.
Obviamente,
el texto causó escozor entre los involucrados, que cuestionaron el rigor y la
metodología para escoger a los integrantes de este “cuadro de deshonor”, y más
por tratarse de una famosa publicación norteamericana, conocida por sus
listados de los hombres más ricos del mundo, que la han hecho por esa misma
causa un referente.
A
cada uno de los mencionados se les hizo una breve recapitulación de los actos
por los que se les consideró para estar entre los diez mexicanos más corruptos.
Y su fama pública habla por todos.
Más
allá de la intencionalidad de Forbes para lanzar una lista de este tipo, y del
criterio y argumentos utilizados por la periodista para su confección, lo que
llama la atención es que la mayoría de los personajes ahí mencionados goza de
cabal y absoluta impunidad.
Sólo
Elba Esther Gordillo y Andrés Granier están en prisión bajo proceso penal. La
primera por haberse creído más poderosa que un Presidente de la República
priista. El segundo por el desfalco a las arcas del estado de Tabasco, que fue
denunciado por su sucesor en el gobierno. Y sobre Tomás Yarrington pesa una
acusación por lavado de dinero del narcotráfico, y está prófugo de la justicia.
Pero
de ahí en fuera, todos los demás andan como si nada, a pesar de que hay
señalamientos que deberían ser siquiera investigados, como el ostensible
enriquecimiento de Romero Deschamps o los supuestos nexos de Herrera Beltrán
con grupos del crimen organizado, tema que hasta mereció un pronunciamiento del
Senado de la República para que la PGR aclare si hay o no una indagatoria en
curso contra el ex mandatario veracruzano, lo cual no ha hecho.
La
corrupción es un cáncer que ha mantenido a México postrado durante su historia,
ni duda cabe. Pero lo que verdaderamente carcome las entrañas de este país, es
la impunidad. Y mientras eso no cambie, seguiremos viendo estas vergonzantes
exhibiciones de miseria humana y latrocinio, pero sin que pase absolutamente
nada más. Sólo meras anécdotas de la política mexicana.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario