LAS RAZONES DE LA FURIA
Fotografía: @isaac_jeroo |
Mientras la atención mediática, social y
política se centraba en las marchas y protestas de mujeres en el marco de la
conmemoración del #8M, en el Senado de la República dieron el primer paso para
asestar un nuevo golpe a las víctimas y en especial, a las mujeres de este país.
Las comisiones de Justicia y de Estudios
Legislativos de la Cámara de Senadores aprobaron el dictamen para emitir una
nueva Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República, que incluye también
reformas a otras 66 leyes federales que mandatan la participación del organismo
encargado de la procuración de justicia en diferentes Sistemas Nacionales.
Uno de éstos es el Sistema Nacional para
Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, el
cual fue creado en 2007 como “un mecanismo interinstitucional que coordina
esfuerzos, instrumentos, políticas, servicios y acciones para garantizar el
derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”.
Este sistema está reglamentado a su vez por
la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que en
su artículo 36 fracción I establece que sea integrado por las secretarías de
Gobernación, Desarrollo Social, Educación Pública, Salud, Cultura, Trabajo y
Previsión Social, y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, así como por la
Comisión Nacional de Seguridad y la Fiscalía General de la República, junto con
el Instituto Nacional de las Mujeres, el Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminación, el Sistema Nacional para el Desarrollo de la Familia y los 32
mecanismos para el adelanto de las mujeres en las entidades federativas.
Pues bien, la reforma aprobada en comisiones
por la mayoría de Morena y el PES –con la sospechosa abstención del PRI- y que
será remitida al pleno del Senado en los próximos días establece sacar a la
Fiscalía General de la República del Sistema Nacional para Prevenir, Atender,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, así como de la Comisión
Intersecretarial para Prevenir, Combatir y Sancionar los Delitos en Materia de
Trata de Personas.
También se contempla con esta enmienda la
salida de la FGR del Sistema Nacional de Búsqueda. En su lugar, quedaría en
calidad de “invitada permanente”, con derecho a voz pero sin voto. ¿La razón
argüida por la Fiscalía? Que su inclusión en estos sistemas “vulnera” su
autonomía, ya que estas normas se establecieron cuando aún era Procuraduría y
era una dependencia más del Poder Ejecutivo federal.
Pero esto va mucho más allá de ser un mero
entuerto administrativo. Las implicaciones de esta reforma son verdaderamente
graves, pues al no participar el órgano procurador de justicia activa y
obligatoriamente en estos mecanismos de coordinación, se debilita en general la
defensa de los derechos humanos, de los derechos de las víctimas y de los
derechos de las mujeres en México.
La Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos se pronunció respecto de esta
iniciativa de reforma cuando fue originalmente presentada, señalando que
representaría “un claro retroceso en la búsqueda de personas
desaparecidas en México” que afectaría las “obligaciones
convencionales” del Estado mexicano para indagar todas las desapariciones en
el país.
Para la comisionada nacional de Búsqueda de
Personas, Karla Quintana, en el Senado se dio “un golpe a la construcción
colectiva de las mujeres y la búsqueda de desaparecidxs (sic) en este país”,
violando además la garantía del derecho a ser buscado y a la participación de
las familias.
Mientras eso sucedía, en el zócalo de la
Ciudad de México las mujeres que protestaban eran repelidas con bombas de gas,
balas de hule y hasta botellas con orines por la policía del “humanista” régimen
de la fallida “cuarta transformación”.
Y luego se preguntan las razones de tanta furia.
Fotografía: Vanessa Ladrón de Guevara
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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