CUATRO FATÍDICOS MESES

Fotografía: Fotover Faltan exactamente cuatro meses para que concluya el periodo constitucional sexenal de Javier Duarte de Ochoa como gobernador de Veracruz. Queda un tramo de 122 días que parecen una eternidad, pues mientras los actores políticos del estado siguen enfrascados en la pugna y la diatriba, Veracruz padece las consecuencias del desgobierno, con regiones donde la autoridad simplemente no existe, y de la crisis económica que quiebra negocios, produce desempleo y desata la delincuencia. El vacío de poder y autoridad que priva en la entidad se debe, fundamentalmente, a la ceguera y la necedad de un gobernante que se niega a entender que su tiempo concluyó, y de la peor manera; que quiere ejercer actos de gobierno como si estuviéramos en 2011 y, lo peor, que pretende dejarle un campo minado financiero, institucional y político a su sucesor. Sólo por el odio enfermizo que se profesan. Al fiasco legislativo ordenado por Javier Duarte a sus serviles diputados se suma...