LO QUE ESTÁ EN JUEGO EN EL INE
Fotografía: archivo |
Una gran controversia y preocupación causó
este fin de semana la intentona golpista del ala más radical del
lopezobradorismo para echar abajo el proceso de integración de las quintetas de
las cuales habrán de escogerse a cuatro nuevos consejeros del Instituto
Nacional Electoral.
Uno de los personajes más nefastos de la
autodenominada “cuarta transformación”, John Ackerman, azuzó al “Bronx”
lopezobradorista –comandado por otros impresentables como la bejaranista
Dolores Padierna y el petista Gerardo Fernández Noroña- para echar abajo el
proceso de auscultación llevado a cabo por el Comité Técnico de Evaluación de
aspirantes al INE, ya que el también esposo de la secretaria de la Función
Pública Irma Sandoval no logró “colar” en las cuatro quintetas finalistas a una
incondicional de su grupo político.
Esa conducta de “si pierdo, arrebato” no es
nueva ni causa extrañeza viniendo de quien viene. El lopezobradorismo radical
nunca ha aceptado un “no” por respuesta ni concedido derrotas cuando se le han
infringido, como fue el propio caso de Ackerman en el Comité Técnico de
Evaluación, donde los demás integrantes no respaldaron a una propuesta que,
como él mismo, no ofrecía garantía alguna de imparcialidad, condición mínima
que debería cumplir cualquiera que aspire a ocupar un asiento en el Consejo
General del árbitro electoral.
Una de las principales diatribas de quienes
hace dos años arribaron al poder con el aval del organismo que hoy defenestran
con rabia es que “siempre” ha estado copado por el PRI y el PAN, partidos que,
según ellos, “siempre” han impuesto a los integrantes del máximo órgano
electoral del país.
Eso, para quien conozca un poco de la
historia reciente del país, es completamente falso. La izquierda partidista
siempre ha tenido representación en los órganos electorales, en mayor o menor
medida dependiendo de la fuerza política con la que ha contado en diferentes
épocas, en algunas de las cuales ha sido sin duda real que otros partidos que
contaban con más votos en las cámaras terminaban eligiendo a consejeros más o
menos afines a sus intereses. Así funciona la democracia de mayorías.
Por ello la reacción de los lopezobradoristas
radicales no podía ser calificada más que de golpista –como lo señaló el propio
diputado federal de Morena Porfirio Muñoz Ledo-, pues pretendían desconocer un
proceso sin tacha a partir de las
falacias pseudo-legaloides esgrimidas por Ackerman –quien
cada vez despeja más las dudas sobre su ausencia de credenciales académicas
como jurista- y lo que es peor, de una avanzada legislativa para pasar por
encima de la legalidad, lo que habría provocado una crisis institucional y
política de grandes proporciones.
Al parecer –porque todavía habrá que estar
atentos a la votación en el Pleno de la Cámara de Diputados- en el círculo más
alto del poder en el país midieron las consecuencias y concluyeron que no
tendrían manera de salir bien librados de este lance, por lo que disciplinaron
a los rijosos y en su lugar, decidieron negociar perfiles que le brinden cierta
pluralidad al organismo que tendrá en sus manos organizar las elecciones del
año entrante, en las que sin temor a exagerar está en juego el futuro inmediato
y a largo plazo del país.
Permitir que el INE sea reducido a una
oficina de organización de simulaciones electorales al servicio del gobierno y
no de los ciudadanos, como en los tiempos en que lo encabezó Manuel Bartlett,
sería una traición a los mexicanos y al país. Ojalá al menos eso puedan tener
claro.
“Anticorrupción”
Tras la vergonzosa protección que se les
buscó brindar en la Fiscalía Anticorrupción del estado de Veracruz por órdenes
de la titular Clementina Salazar, finalmente en la Fiscalía General del Estado
no les quedó de otra y abrieron la carpeta de investigación FGE/AC/1754/2020 en
contra de los secretarios de Finanzas y Planeación José Luis Lima Franco, y de
Infraestructura y Obras Públicas Elio Hernández Gutiérrez, a partir de la
denuncia presentada por el dirigente de la Unión General Obrero, Campesina y
Popular (UGOCP) Héctor Montes Parra por los presuntos delitos de ejercicio
indebido del servicio público, abuso de autoridad, uso ilícito de atribuciones
y facultades, peculado y tráfico de influencias, todos derivados del pago por
una obra pública que no fue concluida en el municipio de Córdoba y que ocasionó
un accidente en el que murió una menor de edad hace más de dos meses, sin que
hasta la fecha nadie haya sido llamado a cuentas.
Lo bueno es que lo de hoy es “no mentir, no
robar y no traicionar al pueblo”.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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