NUBARRONES EN EL HORIZONTE ELECTORAL

A punto de que concluyan las campañas electorales, nuevos hechos de violencia amenazan el entorno de los comicios en Veracruz.
La mañana de este lunes, el candidato del PAN a la diputación local por el distrito urbano de Xalapa, Eduardo de la Torre Jaramillo, se presentó en un restaurante de la capital veracruzana brutal y visiblemente golpeado. El político denunció ante los medios que la noche del sábado fue atacado, junto con otros dos integrantes de su equipo de campaña, por un grupo de once sujetos que lo tundieron a golpes. Relacionó la agresión con otras que han sufrido militantes de su partido en Coxquihui y Tierra Blanca, y responsabilizó al gobierno estatal y al PRI de su integridad  a partir de ahora.
De la Torre se caracteriza por ser bastante crítico, hasta burlón, de la administración estatal y del propio PRI, así que por ahí podría estar el origen de este deleznable hecho. Y aunque en el pasado él y quien esto escribe tuvimos serias discrepancias y diferencias, no puedo sino condenar la agresión de que fue objeto y exigir que la autoridad deslinde responsabilidades.
Esto sienta un pésimo precedente a unas horas de que terminen las campañas y a pocos días de las elecciones. Los ánimos se están desbordando y nadie hace nada por detener lo que podría convertirse en una espiral de violencia en los municipios donde la disputa por el poder es más cerrada e intensa.
Quizás esté por demás llamar a la civilidad a los actores políticos a estas alturas. Los intereses en juego son demasiado grandes y sus escrúpulos inexistentes. Pero las autoridades tienen la obligación de garantizar que los ciudadanos podamos acudir a emitir nuestro sufragio en condiciones de seguridad, y frenar las ansias desbocadas de quienes son capaces de todo por lograr un cacho de poder.
Hay que evitar a toda costa que el agua llegue al río.

Renuncia inesperada

De manera sorpresiva, a la par de que emitía la convocatoria para la designación del próximo Rector de la Universidad Veracruzana, la Junta de Gobierno de la casa de estudios anunció este lunes que una de sus integrantes renunció como tal.
En un escueto comunicado subido a su página Web, la Junta de Gobierno informó que “la doctora Julia Tagüeña Parga presentó su renuncia como integrante de este órgano colegiado, en virtud de que su responsabilidad como Directora Adjunta de Desarrollo Científico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología le implica dedicación de tiempo completo”.
Por el momento en el que se da esta renuncia, las suspicacias sobre sus verdaderas razones son inevitables. Incluso, estaría en tela de juicio la legalidad de la convocatoria lanzada por la Junta de Gobierno, pues está firmada sólo por los ochos miembros restantes, cuando la Ley de Autonomía de la UV establece que este órgano debe estar integrado por nueve personas.
Urge que la Junta de Gobierno aclare qué sucede, so pena de provocar una crisis institucional que ponga en riesgo la sucesión en la Rectoría de la Universidad Veracruzana, lo cual no es poca cosa.


Twitter: @yeyocontreras

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