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Mostrando entradas de febrero, 2014

EL SEGUNDO IMPERIO DE JUAN MANUEL X, EL DÉSPOTA

Orizaba, ciudad enclavada en un valle de la región de las Altas Montañas, en la zona centro de Veracruz, es el sitio donde me crié, donde hice a una parte de mis amigos más entrañables, donde vive mi madre y está enterrado mi padre. Así que le tengo un amor especial y entrañable. Es una ciudad en la que vive gente trabajadora, que gusta de la cultura y se da tiempo para ser feliz haciendo lo que le gusta. También, tiene una sociedad conservadora, a la que le cuesta aceptar lo distinto, lo nuevo o lo extraño. Las familias de la migración española y libanesa que llegaron a México hace más de 60 años encontraron en sus tierras un lugar que las acogió y les dio la  oportunidad de crecer. Sus estratos empresarial y trabajador siempre han convivido en relativa armonía. Como en botica, el municipio ha tenido buenos, malos y pésimos gobernantes. En los últimos 20 años ha sido alternadamente bastión priista y territorio panista, siendo Acción Nacional el partido donde la clase empresarial

LO QUE LE ESPERA AL PROCURADOR

El Congreso de Veracruz ratificó por amplia mayoría a Luis Ángel Bravo Contreras como procurador general de Justicia del Estado, tras la salida de Amadeo Flores Espinosa de la fiscalía luego del asesinato del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz. Para los diputados no fue impedimento alguno que Bravo Contreras saltara del IVAI -el órgano autónomo encargado de garantizar el acceso a la información y vigilar la transparencia en el manejo de los recursos financieros estatales- a una dependencia del Ejecutivo como la Procuraduría, precisamente donde más reticencias hay para dar a conocer sus manejos presupuestales y operativos. Pero más allá de la sospechosa y acelerada unanimidad de los legisladores locales para ratificar el nombramiento, y de la incongruencia política del mismo, lo importante es lo que Bravo Contreras se va a encontrar ahí: un nido de corrupción, burocratismo e intereses aviesos que, por razones obvias, hacen de la procuración e impartición de justicia en la e

DEL ACOSO, A LAS MADRIZAS. ¿ASÍ VA A SER, ALBERTO?

A pesar de que se esperaba un cambio de actitud en la relación Prensa-Gobierno de Veracruz tras la salida de Gina Domínguez de la Coordinación General de Comunicación Social, al menos de inicio, hay signos de que no se ha comprendido cuál es el problema, o de que nada va a cambiar. Y no porque Alberto Silva Ramos no haya intentado acercarse a los medios. De hecho, apenas arribó al cargo, el nuevo vocero del gobierno estatal se embarcó en un “tour” de visitas a empresas de comunicación para “estrechar lazos”. Aunque, hay que decirlo, lo hizo con quienes no tenía necesidad real de tomarse la molestia, con puros “aliados”   de su antecesora, cuando lo que le urge es tender puentes donde éstos se rompieron. Pero eso ni siquiera es tan importante como que, en la comunicación oficial del estado, se persista en la práctica de exhibir y criminalizar a los trabajadores de la información cuando no son gratos o cómodos para las cúpulas del poder. Esto viene a cuento luego de que la noc

FRENTE A SUS BALAS, NUESTRAS PALABRAS

Este domingo 23  de febrero se realizaron una serie de manifestaciones simultáneas de periodistas en una veintena de ciudades de la República. El objetivo, protestar por la situación de abierta y total inseguridad para ejercer el oficio periodístico en México, situación que llegó a un límite macabro y ominoso con el asesinato del reportero veracruzano Gregorio Jiménez de la Cruz. En las ciudades de México, Coatzacoalcos, Guadalajara, Monterrey, Xalapa y varias más, los reporteros salieron a expresar un contundente "ya basta". Aún a riesgo de su estabilidad laboral e integridad física, en el caso de los compañeros del estado de Veracruz, la entidad de la República más peligrosa para ejercer el periodismo, donde en poco más de tres años han sido silenciados a muerte diez comunicadores, crímenes casi todos impunes. En el caso específico de Gregorio Jiménez, la presión ejercida en primera instancia por sus compañeros reporteros de la zona sur de Veracruz, a la que

CASO KARINA REYES: UNA HERIDA ABIERTA

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En medio de la vorágine de injusticias que suceden en Veracruz, ha pasado semidesapercibido un caso que podría tomar fuerza en estos días: la sentencia en contra de Miguel Ángel Mateos Escamilla, presunto homicida de la joven Karina Reyes Luna, acaecido en 2008, todavía en el sexenio como gobernador de Fidel Herrera Beltrán. Karina Reyes Luna fue secuestrada en la ciudad de Orizaba en aquel año y tras días de búsqueda, apareció muerta. Su homicidio causó conmoción no sólo entre los habitantes de la Pluviosilla sino en el ámbito político del estado, ya que la muchacha era sobrina del arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, e hija de uno de los dueños de la Universidad del Golfo, Luis Reyes Larios, amigo personal del entonces gobernador Herrera Beltrán. El 15 de agosto de 2008, Miguel Ángel Mateos Escamilla, quien fuera parte del grupo de amigos de Karina Reyes, fue aprehendido por elementos de la Procuraduría de Justicia del Estado acusado de ser presunto responsable del as

CAMBIOS EN EL GABINETE II: EL GATOPARDISMO

Como expusimos ayer en este espacio, en breve serán anunciados una serie de movimientos en el gabinete del gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa. Dichos cambios están más que cantados y han sido profusamente difundidos por los columnistas de la prensa veracruzana, pero no está de más hacer hincapié en éstos y en sus implicaciones. A la Procuraduría de Justicia del Estado llegará Luis Ángel Bravo Contreras, quien para tal efecto ya presentó su renuncia como presidente del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información. Y precisamente ése es el punto. Aunque al parecer Luis Ángel Bravo Contreras cumple con todos los requisitos de la ley para asumir la titularidad de la Fiscalía del Estado, resulta poco congruente políticamente que quien hasta hace dos días estaba encargado del organismo autónomo garante de la transparencia en el uso de los recursos públicos del gobierno estatal, sin más se incorpore a éste y, en particular, al área encargada de perseguir delitos. No es el ún

CAMBIOS EN EL GABINETE: NO SON SUFICIENTES

La enorme presión mediática a que fue sometido el gobierno de Javier Duarte de Ochoa tras el asesinato del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz tiene sus primeros efectos visibles. Al parecer, es casi un hecho la salida de Amadeo Flores Espinosa de la Procuraduría, lo cual él mismo buscó hacer desde que el Tribunal Superior de Justicia del Estado dejó en libertad al presunto homicida de otra periodista, Regina Martínez, exhibiendo lo mal integrada que estuvo la averiguación de este caso, hasta la fecha –y no nos cansaremos de señalarlo– impune. Javier Duarte en persona se encargó de darle credibilidad a la versión de la salida de Flores Espinosa al aceptar esa posibilidad durante una conferencia de prensa con un grupo de reporteros muy temprano por la mañana de este lunes 17 de febrero, para luego “balconearse” en una ventana de palacio de gobierno con quien se piensa sería el relevo, Luis Ángel Bravo Contreras, actual presidente del Instituto Veracruzano de Ac

VENGANZA CONTRA LOS PERIODISTAS

El mismo día del secuestro del reportero Gregorio Jiménez, el miércoles 5 de febrero, sus compañeros de gremio en Coatzacoalcos salieron a la calle a protestar por el plagio y a exigir su retorno con vida. Una marcha a las 11 de la mañana y otra a las seis de la tarde reflejaron la solidaridad y la indignación de ese día. La noche del jueves 6 de febrero, la protesta fue más fuerte. Reunidos en la sala de Cabildo del Ayuntamiento de Coatzacoalcos con el secretario de Gobierno Erick Lagos Hernández, la coordinadora de Comunicación Social Gina Domínguez Colío, el procurador Amadeo Flores Espinosa, el alcalde Joaquín Caballero y el diputado Eduardo Sánchez Macías, los comunicadores –a quienes se pidió no llevar cámaras ni grabadoras, pues se trataba de una “charla” y no de una rueda de prensa– mostraron pancartas de repudio a la violencia en Veracruz y con la exigencia por la vuelta con vida de Gregorio. La más elocuente tenía esta frase: “Exigimos justicia. Si no pued

GOYO: LO QUE EL GOBIERNO OMITE DECIR

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Empecinado en quedarse con la versión de que el homicidio del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz no tuvo relación con su actividad profesional, el Gobierno del Estado de Veracruz recurre a salidas fáciles como historias tipo Romeo y Julieta. Lo anterior, luego de que en varios medios de comunicación presentaron como línea de investigación el “romance” entre uno de los hijos del comunicador con una pariente de la presunta autora intelectual del asesinato, lo que según el gobierno, habría ocasionado una rencilla que terminó en “drama shakespierano ”. Con dolo, porque cuentan con la información, los voceros de Javier Duarte de Ochoa omiten mencionar los datos sobre lo que publicó Gregorio Jiménez acerca de dos temas en particular. Uno relacionado con quien lo habría mandado asesinar. El otro, con una de las personas cuyo cadáver apareció en la misma fosa que el del reportero. En la primera nota, publicada por seguridad bajo un seudónimo el 24 de septiembre de 2013, Jiménez

VERACRUZ Y SU DECENA TRÁGICA

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La desgracia volvió a enlutar el hogar de una familia veracruzana. D espués de seis días sin saber de su paradero, el cadáver del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz, secuestrado el pasado 5 de febrero en la congregación de Villa de Allende, municipio de Coatzacoalcos, fue hallado en una fosa junto con otros dos cuerpos sin vida. Luego de una agónica espera y de una abrumadora muestra de solidaridad de parte del gremio periodístico dentro y fuera de México, que pasó todo el fin de semana exigiendo a las autoridades federales y estatales el retorno de Gregorio, la realidad de violencia criminal de Veracruz acabó con la esperanza de encontrarlo vivo. Gregorio Jiménez de la Cruz es el décimo reportero asesinado en los tres años dos meses que van del gobierno de Javier Duarte de Ochoa, que ha resultado ser letal para la actividad periodística, el peor en la historia reciente de Veracruz. Ni la actuación de más de mil elementos de las fuerzas de seguridad federales y estatale