ESTANCADOS

Interesante y al mismo tiempo preocupante el editorial del semanario inglés The Economist, en el que se menciona lo que era evidente en los bolsillos de todos los mexicanos: la economía nacional no avanza y está estancada.
El videoeditorial de Henry Tricks, corresponsal de The Economist en México, titulado “Recesión económica, ¿tigre azteca o gatito?”, señala que en el primer cuatrimestre del año, la economía del país estuvo cerca del crecimiento cero, pues apenas fue de 0.8 por ciento.
Entre las razones que se aducen para esta paralización está la total dependencia de México respecto de la economía de Estados Unidos, que lleva años en proceso de desaceleración, así como la caída de sus ingresos provenientes del turismo, que ha disminuido debido a la inseguridad en el país, a pesar de las cuentas alegres de la anterior administración federal e incluso de la actual, que negaron que las matanzas en territorio nacional alejaran a los visitantes.
No por nada México descendió un lugar en el ranking internacional de turismo, pasando del lugar 23 al 24. Aunado a ello, señala The Economist, “los mercados han sido sorprendidos, la Bolsa (Mexicana de Valores) alcanzó sus niveles más bajos en seis meses”.
El semanario británico hace hincapié en la necesidad de hacer reformas en el sector energético para impulsar el flujo de capitales en el país, aunque adelanta que esto será difícil. México “podría ser un tigre, pero está muy cerca de Estados Unidos”, sentencia el periodista inglés Henry Tricks.
Es natural. Desde que asumió el poder, el gobierno de Enrique Peña Nieto ha estado más pendiente de la política que de la economía. Las reformas que han sido aprobadas en el Congreso de la Unión, educativa y laboral, van más por ese tenor.
Y las que tienen que ver con la economía y las finanzas están supeditadas también  a la política. Tuvieron que ser pospuestas por la época electoral y hasta perder prioridad frente a la reforma electoral luego del affaire del videoescándalo de la red de “mapaches” en Veracruz.
Si la economía nacional está estancada, en Veracruz estamos en terapia intensiva, con una deuda pública galopante, sin liquidez financiera, con proveedores a punto de la quiebra por la falta de pago, y con un turismo de jícama y horchata que llena los festivales pero no gasta más que lo mínimo indispensable, y eso, sólo en ciertas ciudades y temporadas.
“Es la economía, estúpido” fue una frase usada por Bill Clinton durante su primera campaña por la Presidencia de Estados Unidos, con la que reconocía que era eso, precisamente, lo que le importaba al pueblo, estar bien económicamente, tener para vivir dignamente. Ello le bastó para ganar la elección.
Pero en México, los políticos todavía no se dan cuenta de eso.


Twitter: @yeyocontreras

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