EMERGENCIA IGNORADA
Fotografía: Twitter de Javier Duarte de Ochoa |
Confrontado
con la durísima realidad de la quiebra de las finanzas y la inseguridad que
azota inmisericorde a todo el territorio estatal, el gobernador electo de
Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, lanzó un S.O.S al gobierno de Enrique
Peña Nieto.
En
una misiva dirigida al Presidente de la República, Yunes Linares le pidió
auxilio y su intervención para detener la estrepitosa caída libre que se
experimenta en la entidad en ambos rubros, íntimamente ligados entre sí.
“Es
urgente que el Gobierno Federal tome la determinación de asumir el control de
todas las corporaciones de seguridad pública en estos 86 días que faltan para
el cambio de gobierno en Veracruz. Se requiere una mayor presencia del Ejército
Mexicano, la Marina Armada de México y la Policía Federal”, refirió en su carta
Yunes Linares.
También
planteó la intervención del Gobierno Federal para, a través de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, “exigir que los fondos federales se apliquen
debidamente” y “revisar la situación financiera en coordinación con las
autoridades locales”.
“Por todo lo anterior, le solicito muy atentamente su intervención urgente para
que -con la colaboración de su Gobierno- pueda frenarse la crisis que amenaza
con poner en riesgo la estabilidad política y social del Estado de Veracruz”,
subrayó el gobernador electo al presidente Peña Nieto.
Se
trata, como el mismo Yunes Linares admite en su carta, de una situación de
emergencia, misma que ha sido soslayada y minimizada durante años por el actual
gobierno estatal, principal responsable de este desastre. Pero también por el
Gobierno Federal.
Durante
los últimos años, fueron muchas las voces que advirtieron sobre lo que sucedía
en Veracruz. De la funesta descomposición del ambiente, de la violencia
creciente, de la quiebra financiera, la corrupción y la impunidad.
A
pesar de tener noticia completa de esta situación, al grado de que un organismo
apartidista como la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó desde
hace casi dos años denuncias penales del orden federal por peculado contra la
administración de Javier Duarte, el gobierno de Enrique Peña Nieto no hizo
absolutamente nada. Dejó pasar y dejó hacer.
Ahí
están las consecuencias de no actuar, de la indolente complicidad con la que
también se condujeron las autoridades federales, que nunca se decidieron a
marcarle un alto y llamar a cuentas a los depredadores duartistas.
Veracruz
está hundido en una crisis sin precedentes de la que se ve muy difícil salir.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Competitividad, es el tercer estado
con el mayor monto de deuda pública del país; la ASF acusa que la entidad
lidera la lista de estados que simularon reintegros para solventar
observaciones por irregularidades en el uso de los recursos públicos; y la
presidenta de la organización Causa en Común, María Elena Morera, sentenció que
“hoy en Veracruz hay miles de familias dolidas y no encuentran justicia porque
Duarte, un hombre cínico y mentiroso que se cree sus mentiras, deja un estado desgastado
en todos los ámbitos”.
El
problema es que en Los Pinos siempre supieron de la emergencia en Veracruz.
Y la ignoraron. Son tan responsables como el gobernador que hoy amagan con
expulsar de su partido, a menos de 90 días de que concluya su sexenio.
Ya
para qué.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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