AYUNO DE JUSTICIA
Con
el inicio de la temporada de Cuaresma, en Veracruz el ayuno no sólo es de
carnes rojas. Lo es también de justicia.
La
Tercera Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado, integrada por
los magistrados Julio Patiño Rodríguez, Fernando Guzmán Calvo y Julio César
Díaz Hernández, sin tomar en cuenta los alegatos sobre las múltiples
irregularidades en la integración del expediente, ratificaron la condena de 65
años de prisión para Miguel Ángel Mateos Escamilla, acusado de haber
participado en el homicidio de Karina Reyes Luna, secuestrada y asesinada en la
ciudad de Orizaba en junio de 2008.
A
través de una carta dirigida a la sociedad en general, Roberto Mateos Sánchez y
Margarita Escamilla de Mateos, padres de Miguel Ángel Mateos Escamilla
–recluido desde hace más de cinco años en el penal de La Toma, en el municipio
de Amatlán de Los Reyes, en la zona centro de Veracruz– expresaron su
desacuerdo con este fallo de los togados y anunciaron que acudirán a solicitar
la protección de la justicia federal.
Los
padres del joven señalan que “una vez más demostramos que todo el montaje
legaloide en el que se ha envuelto a Miguel Ángel ha sido una vil mentira; y la
actuación de la jueza y de los magistrados nos hacen ver con decepción que
adoptaron una actitud de servilismo descarado y que el Poder Judicial de
nuestro estado no tiene independencia, sino que está sujeto a dictados
superiores”.
En
la carta se hace hincapié en once elementos de prueba que no fueron tomados en
cuenta a la hora de dictar y ratificar la sentencia:
“1.-
Los testigos que presenciaron los lamentables hechos no reconocen a Miguel
Ángel como la persona que interceptó a la víctima;
2.-
Los retratos hablados no corresponden a las características físicas de nuestro
hijo;
3.-
Miguel Ángel a pesar de la tortura a la que fue sometido, jamás declaró haber
participado en los lamentables hechos;
4.-
Las huellas dactilares encontradas en el lugar de los hechos no corresponden a
las de Miguel Ángel;
5.-
La prueba genética es muy importante, porque mediante ella se puede dar con el
responsable y absolver al falsamente acusado. El resultado de este estudio no
fue integrado al expediente;
6.-
Miguel Ángel presentó testigos que corroboran que no estuvo en el lugar y la
hora donde ocurrieron los hechos;
7.-
Se entregaron documentos que comprueban las actividades que nuestro hijo
realizó el día del secuestro;
8.-
El celular de nuestro hijo, decomisado por las autoridades, no registra ninguna
llamada ni mensaje hechos a la víctima o a sus familiares;
9.-
Nuestro hijo no tiene antecedentes penales, como lo quieren hacer ver “los
impartidores de justicia”;
10.-
Dolosamente no se realizó la reconstrucción de los hechos, porque la ley dice
que deben estar presentes los testigos y hubo dos. Ellas habrían dicho que la
persona que interceptó a la srita. Karina no fue Miguel Ángel;
11.-
En las declaraciones de las otras personas a las que se les involucra en este
mismo caso, afirman no conocer a nuestro hijo.”
Cabe
recordar que Karina Reyes Luna era sobrina del arzobispo de Xalapa, Hipólito
Reyes Larios, e hija de uno de los dueños de la Universidad del Golfo de
México, Luis Reyes Larios, ambos amigos cercanos de quien en ese entonces era
gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, y a quien desde un principio el
padre de Miguel Ángel Mateos acusó de hacer de su hijo un chivo expiatorio con
el cual dio cerrojazo al caso para entregarle “culpables” a esa poderosa
familia.
En
su carta, los señores Mateos Escamilla reiteran lo anterior: “estos lamentables
acontecimientos se suscitaron hace más de cinco años, durante el gobierno del
Lic. Fidel Herrera Beltrán; tal parece que en ese momento se dieron
instrucciones de resolver de manera urgente este caso, aún fabricando
culpables”.
Para
concluir, aseguran que a su hijo se le negó el derecho a tener un debido
proceso y que no hay voluntad política para resolver el caso conforme a la ley:
“insistir en la culpabilidad sin haber pruebas contundentes es entrar en un
juego perverso, signo de baja calidad moral de quienes tienen la encomienda de
impartir justicia. Un estado que es injusto pierde su razón de ser, un gobierno
cruel es sinónimo de opresión brutal sobre los más débiles”.
Por
desgracia, es la historia de siempre en Veracruz, donde sólo recibe justicia
quien puede pagar por ella. En la cárcel, los presuntos culpables. Libres, los
delincuentes conocidos.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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