FRACTURA TOTAL EN EL PAN

Cada vez es más evidente la división que hay dentro del PAN veracruzano, que se hizo ostensible desde la reciente elección de dirigente nacional, pero se ha profundizado a raíz de la lucha por el control de ese partido en el estado y por la pelea en pos de la candidatura a la gubernatura.
El nuevo pretexto lo dio el planteamiento de una gubernatura de dos años incluido en la iniciativa del PAN para reformar la Constitución del Estado, presentado por la bancada que encabeza Julen Rementería del Puerto, quien quiere ser candidato a Gobernador, ya aunque sean sólo dos años, y vería alentadas sus aspiraciones a través de esta enmienda.
A decir de sus adversarios, específicamente de Miguel Ángel Yunes Linares, Julen se prestó a seguir el juego del Gobierno del Estado, principal interesado en que se apruebe esta modificación legal ya que anularía las aspiraciones del propio Yunes en 2016, evitando con ello cualquier persecución legal al actual grupo gobernante una vez que entregue el poder.
Las acusaciones de Yunes Linares calaron en Rementería, quien en un exceso verbal lo retó a debatir para que demuestre sus dichos, metiéndose en la cancha en la que mejor se desenvuelve el ex secretario general de Gobierno del chirinato: la de la polémica y el encontronazo, terreno en el que, a su vez, el diputado local nunca ha demostrado tener dotes.
No terminaba Julen Rementería de darse cuenta del error que había cometido, cuando la granja legislativa se le rebeló. Los diputados locales Alejandro Zairick, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés y Jorge Vera –azuzados por Yunes– retiraron su firma de la iniciativa presentada por su bancada y anunciaron que presentarán otra, en la que se establezca una gubernatura de cinco años y alcaldías de cuatro. Otro galimatías legislativo.
A estas alturas la fractura entre estas dos alas del panismo ya es irreversible. El grupo de la llamada “Muralla Azul”, que habría pactado con el gobierno estatal desde el año pasado para dejar a Yunes Linares fuera de las diputaciones plurinominales locales, está perdiendo fuerza interna precisamente por sus acuerdos “non sanctos”, mientras que el panismo yunista se juega sus últimas cartas para tomar por asalto a Acción Nacional.
Pero aunque lograra el control del partido, eso sería infructuoso para el yunismo si se aprueba la reforma para que el próximo periodo de Gobernador sea de solamente dos años. El proyecto político personal de Yunes Linares y sus hijos no por pasa por esa aduana. Por eso la reacción virulenta hacia Julen, quien ya evalúa solicitar a la Comisión de Honor del PAN una sanción contra Miguel Ángel por las acusaciones que le profirió.
¿Quién gana con esta división del panismo veracruzano? Por supuesto que el PRI, que con ello aseguraría mantenerse en el poder y que la actual administración no fuera llamada a cuentas por sus sucesores, lo que representa su principal preocupación.
También gana el “PRD rojo”, que aspira a volverse interlocutor válido ante el gobierno –porque en los hechos sólo es su sirviente– y a “cachar” lo que el PAN pierda como consecuencia de esa fractura.
La que definitivamente no gana es la democracia en Veracruz. Entre tanto encono y torceduras a la ley para beneficiar intereses particulares o de reducidos grupos, lo que se está poniendo en riesgo es el futuro del estado y el bienestar de la población. Pero eso a los políticos los tiene sin cuidado.


Twitter: @yeyocontreras

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