GOBERNADOR NINGUNEADO
Fotografía: Facebook de Eric Cisneros |
El
marasmo en el que está sumido el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez tiene
explicación, entre otras razones, en el encontronazo de los grupos de Morena
que se disputan el poder en Veracruz, sin importarles gran cosa que solo por
una persona se votó para gobernador.
Acostumbrados
al canibalismo político desde sus tiempos en el PRD –y algunos, desde que
militaban en la izquierda más dogmática y radical-, los cabezas de grupo
morenista que se pelean el control de los recursos financieros, de los
contratos de obra de infraestructura, de la adquisición de bienes y servicios y
de la influencia política mantienen una guerra frontal entre ellos, que cada
vez es menos velada.
Para
nadie es un secreto que a pesar de ser el titular del Ejecutivo estatal,
Cuitláhuac García es menospreciado y hasta humillado públicamente por quienes
no respetan no solo a su persona, sino tampoco su investidura. Esto, por una
razón muy simple: él no tuvo que ver en la designación de muchos de los cargos
en su propia administración, que fueron decididos en la oficina de “ya sabes
quién”.
Por
eso en menos de un año de gestión, Cuitláhuac García ha sido “renunciado”
varias veces a través de rumores que salen de las mismas oficinas de palacio de
gobierno y de dependencias federales, desde donde buscan minarlo y debilitarlo
para el momento en el que sea política y legalmente viable darle el golpe que
lo derribe.
Los
intrigantes son visibles: la secretaria de Energía Rocío Nahle García, quien
controla a varios secretarios de despacho del gobierno estatal, como el de
Salud, el nefando Roberto Ramos Alor. El mismo que la semana pasada declaró con
total desparpajo que no pasa nada si los pacientes del sector público con
enfermedades renales no reciben su tratamiento de hemodiálisis, el cual no se
les ha suministrado porque, para variar, el proveedor contratado por el
gobierno no ha cumplido con el servicio. A pesar de semejante imbecilidad, el
funcionario permanece en su cargo, gracias a su “madrina”.
Otro
que no tiene empacho incluso en contradecir públicamente al gobernador es el
“superdelegado” del Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, que en privado hasta
se expresa despectivamente de García Jiménez y se maneja “por la libre” en la
entrega de los apoyos –o mejor dicho, dádivas- a sectores vulnerables y
estudiantes.
El
caso más grave de todos es el del mismo secretario de Gobierno, Eric Patrocinio
Cisneros Burgos. Sin el menor tacto ni respeto por quien jerárquicamente es su
superior, se toma atribuciones que no le corresponden, en los hechos ningunea
al mandatario estatal robándole espacio en los actos públicos y hasta se da el
lujo de publicitar en redes como Facebook imágenes en las que él aparece en
primer plano, mientras que el gobernador luce arrinconado, como si fuese
cualquier hijo de vecino.
A
ello, por supuesto, hay que sumar la incontable cantidad de pifias cometidas
por todos los integrantes del gobierno de la “4T” en el estado –Cuitláhuac
García incluido-, de las que nadie se hace responsable, sino todo lo contrario.
Empezando por la oficina de Comunicación Social, donde parece que odian al
gobernador y se esmeran por terminar de destruir su, de por sí, endeble imagen.
A
todos, eso sí, los une un elemento en común: una brutal ambición por el poder,
por el cual están dispuestos, como resulta claro, a hacerse pedazos.
Mientras
Veracruz se hunde en la violencia.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario