AL ASALTO, LOS “HIJOS DE…”
Fotografía: GLPAN Veracruz |
Una
nueva manera que los “capos” de la clase política en México han encontrado para
extender su influencia y proteger sus intereses desde el poder es impulsando a
sus propios vástagos para puestos públicos y/o de representación popular. Lo
que popularmente se conoce como “juniorcracia”.
Esa
tentación no es exclusiva de partido o grupo político alguno: igual la
practican priistas que panistas, perredistas, morenos y demás integrantes de la
fauna electoral del país y, por supuesto, de las entidades federativas.
En
todos los partidos hay algún “hijo de…” que, gracias a los contactos, amarres,
influencia y recursos políticos y económicos de su “papi”, hace “carrera” en el
servicio público, cuente o no con talento propio. Para eso es “hijo de…”,
precisamente.
Tras
la larga noche del fideduartismo, en el estado de Veracruz el pan-yunismo gobernante
busca prolongar su estancia en el poder, más allá del actual periodo de apenas
dos años, a través de Miguel Ángel Yunes Márquez, presidente municipal saliente
de Boca del Río e hijo mayor del gobernador en funciones, Miguel Ángel Yunes
Linares.
El
simple hecho de que se pretenda una sucesión dinástica en la gubernatura ha
provocado malestar no sólo a nivel político, sino también entre una franja de
la ciudadanía que no ve con buenos ojos ese uso patrimonialista de las
instituciones y del poder en sí. Como si el voto que le dieron los veracruzanos
el año pasado a Miguel Ángel Yunes Linares fuera equivalente a una facturación
del estado como propiedad de su familia.
Pero
las críticas no parecen hacer mella en el proyecto familiar, al que se destinan
todos los recursos posibles, financieros y políticos, para impulsarlo. A veces
intentando disimular. Pero las más de las veces con un absoluto descaro, que muestra
y demuestra que en malas prácticas, no son diferentes de sus adversarios de la acera
de enfrente.
Tan
solo la semana pasada, el gobernador llevó al orgullo de su nepotismo a una
reunión “de trabajo” con los diputados locales del PAN y el PRD en el Congreso
del Estado, en la que de acuerdo con la comunicación del grupo parlamentario panista
en sus redes, Miguel Ángel Yunes Márquez les habló de “la importancia del
desarrollo local”, ya que según ellos, el edil “ha sentado precedentes en las
administraciones municipales del estado”.
Esto,
en un horario en el que el alcalde tendría que haber estado gobernando su
municipio, que contra lo que presume en los foros que le organizan por toda la
entidad para hablar de sus “éxitos”, enfrenta graves problemas en materia de
seguridad e infraestructura. Boca del Río es más que el bulevar turístico y el
centro de la ciudad.
Ya
antes habíamos señalado que legalmente nada le impide a Yunes Márquez aspirar a
ser candidato a gobernador, pues la consanguinidad con un gobernante en
funciones no está prohibida en ninguna norma electoral. Sin embargo, la inmoralidad
que supone hacerlo aprovechando que su padre, el titular del Ejecutivo, pone a
su disposición recursos materiales, humanos y políticos del estado, y simulando
foros por todas las regiones de Veracruz que no son otra cosa que actos de
campaña anticipada disfrazados, deslegitima dicha aspiración.
Pero
como la propia autoridad jurisdiccional decidió cerrar los ojos ante esta
situación por completo irregular y le permitió a Yunes Márquez continuar con
sus “foros”, el mal ejemplo cunde. También el titular del Poder Judicial, Edel
Álvarez Peña, lanzó al ruedo a su hijo Juan Pablo Álvarez Delong, actual
director del Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo
Tecnológico –de quien se desconoce si tenga algún logro en ese cargo-, para
buscar la candidatura a una diputación el año que entra.
Esos
Juniors del “cambio”, los “hijos de…” que ven a Veracruz como su feudo
particular, van al asalto del poder.
Fotografía: tomada de redes sociales |
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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