LA FISCALÍA DE LA SIMULACIÓN
Fotografía: AVC Noticias |
Concluido
el plazo para el registro de los aspirantes a ser nombrados como titular de la
Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción estatal, lo que queda de
manifiesto es que, como en todo lo sucedido este sexenio en Veracruz, el
proceso es una burda simulación. Aunque no exenta de roces entre los mismos
integrantes del círculo duartista.
La
tarde de este miércoles, el abogado Jorge Reyes Peralta, el favorito de la
“fidelidad”, anunció que no buscaría ser fiscal “anticorrupción”, cargo para el
que se le perfiló la semana pasada desde los medios de comunicación.
Aunque
no dio a conocer la verdadera razón, ésta es fácil de interpretar. En este
espacio se publicó la semana anterior que sería interesante ver cómo
interactuaba Reyes Peralta con quien hubiese sido su jefe, el fiscal general
Luis Ángel Bravo Contreras, con quien mantiene diferencias públicas
irreconciliables a raíz de los litigios enderezados por el abogado porteño en
contra del empresario cordobés José Abella García, dueño del periódico “El Buen
Tono”.
Antes
de ser funcionario público, Bravo Contreras fungía como abogado de Abella García
y de su cuñado Carlos Guraieb, inmiscuidos ambos en varios escándalos legales,
entre éstos una acusación por fraude y simulación de actos legales por parte de
los propios familiares de Guraieb, a su vez, clientes de Reyes Peralta.
El
6 de febrero de 2013, el malogrado aspirante a fiscal “anticorrupción” denunció
a Bravo Contreras ante la entonces Procuraduría de Justicia del Estado por
violar la Ley de Transparencia y ejercer indebidamente el cargo de consejero
del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, ya que por su actuación y
participación en los escándalos y procesos legales contra Abella y Guraieb,
incumplía -según Reyes Peralta- con el requisito de “gozar de buena reputación
y prestigio profesional”.
Incluso,
Reyes Peralta también acusó a Bravo Contreras de participar, junto con José
Abella y el en ese momento secretario de Gobierno y hoy flamante diputado local
plurinominal electo del Partido Verde, Gerardo Buganza Salmerón, en una
“cofradía” dedicada a “extorsionar ciudadanos cordobeses, involucrándolos en
diferentes delitos”.
Por
todo ello, era francamente impensable que Luis Ángel Bravo accediese a
trabajar, aunque fuese su subordinado, con Jorge Reyes Peralta. De acuerdo con el
periódico porteño Notiver, el fiscal general del estado le presentó su renuncia
al cargo al gobernador Javier Duarte de Ochoa por ese motivo, por lo cual,
habría dado marcha atrás en su intención por enquistárselo al próximo
mandatario de la entidad, Miguel Ángel Yunes Linares.
Ahora
todo indica que ese triste papel lo desempeñará el ex alcalde de Córdoba
Francisco Portilla Bonilla, quien de última hora renunció a la Secretaría
General del Congreso del Estado y se inscribió como aspirante a fiscal “anticorrupción”.
No
hay que ser pitonisa para adivinar que Francisco Portilla va a la Fiscalía
Especializada en Combate a la Corrupción a lo mismo que originalmente iría
Jorge Reyes Peralta: a simular que hacen justicia, a entorpecer la actuación de
la próxima administración y a proteger a los que se van.
No
han entendido nada.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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