SE ACABÓ


Para bien o para mal, hoy concluyen 12 años de panismo en el poder presidencial. Dos sexenios que, si bien es pronto para hacerles un juicio histórico certero, que sólo la distancia del tiempo puede permitir, sí pueden ser evaluados en cuanto a aciertos y fallos evidentes.
Entre lo que debe reconocerse como logros en estos 12 años del PAN en Los Pinos, está una regular estabilidad económica y financiera. El país no se entrega en medio de devaluaciones ni crisis como las recurrentes en los 70 y 80 del siglo pasado.
Al parecer hay dinero en las arcas y los capitales privados se mantienen sin problemas fluyendo en el mercado nacional. Éste quizá sea el mayor logro que puedan presumir los gobiernos de Acción Nacional. Aunque el crecimiento económico del país fue mediocre en general.
Otro aspecto positivo fue el de la construcción de infraestructura. Miles de kilómetros de carreteras y puentes se tendieron por el territorio nacional, aunque hay que mencionar que, como siempre, la zona centro y norte fueron las más beneficiadas. Al sur, sólo migajas le tocaron, “autopistas” de un solo carril o libramientos de precios estratosféricos.
Aunque a medias, la libertad de expresión fue un hecho en estos 12 años. La figura presidencial fue desacralizada y en mayor o menor medida, se pudo criticar abiertamente al Gobierno Federal sin que hubiera represiones como antaño. Empero, las administraciones panistas no hicieron nada por defender a esa misma libertad de expresión de los ataques de otros poderes, políticos y fácticos.
De lo negativo habría mucho que decir. Tanto, que no cabría en una columna periodística. Pero si algo hay que destacar, además de la inseguridad y el baño de sangre en el que se sumió a México, fue la incapacidad, tanto de Vicente Fox como de Felipe Calderón, de derrumbar los pilares del viejo sistema político mexicano.
Fox pactó descaradamente con ellos para asegurar su propia impunidad, al caer en las mismas prácticas corruptas que tanto criticó. Calderón, simplemente no pudo con el monstruo priista y fue devorado por éste, al que este sábado le devuelve el poder.
Al final de cuentas, el principal déficit de la transición que inició en 2000 y fracasó en 2012 es de índole democrática. El PAN perdió el gobierno y perdió el país, por alejarse de los principios y valores que le dieron sustento desde su origen. La nación y la historia se los demandarán.

El gabinetazo

Pues las señales que se dan desde el cuartel general del peñanietismo sobre la integración del gabinete no dan color sobre la inclusión de veracruzanos en cargos de primer nivel.
Hoy que se descorra el velo con el anuncio oficial del equipo que arrancará la administración de Enrique Peña Nieto, saldremos de dudas. Pero por ahora, va de medio pelo para abajo.

Twitter: @yeyocontreras

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