AMLO, OMISO ANTE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
Fotografía: archivo |
Ciego y sordo ante cualquier dato que se
salga de su “script” de un país en calma y unido –en torno suyo, por supuesto-,
el presidente Andrés Manuel López Obrador continúa pretendiendo negar una
realidad que claramente lo rebasa.
En su cada vez más patética conferencia
matutina diaria, el titular del Ejecutivo federal rechazó, entre otras
barbaridades que dijo, que la violencia contra las mujeres en México haya registrado
un crecimiento considerable durante el periodo de confinamiento a causa de la
emergencia sanitaria por la covid-19.
“En el caso de la violencia en general y la
violencia contra las mujeres no hemos nosotros advertido un incremento. Desde
luego la forma que tenemos de medirlo son las denuncias que se presentan. Puede
haber cifra negra, pero en las denuncias no ha habido un incremento”, dijo
López Obrador, en respuesta a una pregunta expresa sobre el tema.
En cambio, sostuvo que en México “se partía
del supuesto de que si se estaba más tiempo en las casas podía experimentarse,
podía darse más violencia familiar. Esto no necesariamente está sucediendo
porque no se puede medir con los mismos parámetros a todo el mundo. En México
tenemos una cultura de mucha fraternidad en la familia”.
Pero
sin necesidad de comparar con lo que sucede en ningún otro lado, la violencia
no es una suposición y no solamente existe y se deja sentir, sino que mata
mujeres diariamente, muchas de las cuales, precisamente debido al confinamiento,
no pueden salir a denunciar a sus agresores. Lo cual ni siquiera significa que
verdaderamente no existan denuncias.
De
acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Pública –o sea, del propio gobierno federal- desde que inició la emergencia
unas tres mil mujeres en promedio piden auxilio diariamente por violencia de
género en México.
Además,
solo durante el mes de marzo, se recibieron 115 mil 614 llamadas al número de
emergencia 911 para denunciar hechos de violencia contra las mujeres –la gran
mayoría desde el ámbito intrafamiliar-, lo que comparado con las cifras del mes
anterior representó un crecimiento de 18 por ciento.
Asimismo,
y también tomando como base las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Pública, durante el primer trimestre de 2020 fueron asesinadas
964 mujeres en el país. Mientras que el año pasado, en el mismo periodo, mataron
a 882.
¿Hay
o no entonces un crecimiento en los hechos violentos hacia las mujeres? Claramente
sí. Pero a pesar de contar con las cifras de primera mano, López Obrador
prefiere jugar al gato y al ratón, a hacer como que no sabe y a intentar
imponer su visión alterna de una realidad que no lo deja bien parado.
Y
es que si no lo hiciese de esta manera, ¿cómo podría justificar entonces su
desprecio e intento de boicot a las marchas feministas de protesta de
principios de marzo, donde la indolencia y misoginia de su gobierno y la suya
en lo personal quedaron exhibidas? ¿Bajo qué base podría argumentar el haber
dejado a la deriva a decenas de organizaciones de la sociedad civil que durante
mucho tiempo le dieron cobijo y apoyo a miles de mujeres en situación de vulnerabilidad
en todo el país y que tras años de lucha accedieron a recursos –mínimos- para
llevar a cabo su labor? No se podría excusar, bajo ninguna consideración. Así
que lo mejor es hacer como que nada sucede. Igual que los gobiernos anteriores.
Si no es que peor.
Y
en tanto el presidente de la mal llamada “cuarta transformación” es deliberada
y criminalmente omiso ante violencia contra las mujeres, cabe
preguntarse ¿dónde están esas decenas de otrora aguerridas activistas en pro de
los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia, que no solo no se
atreven a cuestionar la indolencia de López Obrador, sino que callan ante las
simulaciones que llevan a cabo en todos los niveles de gobierno?
Adivinó. Cobrando en la nómina gubernamental.
O haciendo negocios a través de la misma.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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