DECLARACIÓN DE GUERRA
Fotografía: El Mundo de Orizaba |
La respuesta de los grupos del crimen
organizado que operan en el estado de Veracruz a los operativos de las
autoridades estatales y federales encargadas de la seguridad pública ha sido extremadamente
sangrienta y violenta.
El mismo día que el secretario de Gobernación
Miguel Ángel Osorio Chong estuvo en la ciudad de Córdoba la semana pasada para
oficializar la llegada de la Gendarmería Nacional a la entidad, se registró el
macabro abandono en Boca del Río de una camioneta con once cadáveres con signos
de tortura y un mensaje en el que, literalmente, los delincuentes declaraban la
guerra.
Y la guerra están haciendo. Con tremenda
temeridad, un grupo armado de aproximadamente 50 hombres atacó a balazos este
domingo las instalaciones de la Policía Federal destacadas en el municipio de
Orizaba, hechos por los cuales once personas que buscaban “rescatar” un camión
cargado con combustible robado, fueron aprehendidas.
Pero el reto de los criminales a las fuerzas
de seguridad es abierto e incluso ha provocado un recrudecimiento de la
violencia que ha obligado a que en lugares como la zona conurbada Veracruz-Boca
del Río, las escuelas hayan decidido modificar sus horarios para no exponer a
los estudiantes.
Al principio, el gobernador Miguel Ángel
Yunes Linares se mostró totalmente renuente a aceptar que los índices de
violencia y criminalidad se hubieran disparado durante lo que lleva su
administración. Incluso, calificó estos señalamientos como una cuestión de
“percepción” y hasta de “ignorancia” de los medios de comunicación. Y hasta
rechazó que la declaración de “guerra” de los delincuentes tuviera como
destinatario a su gobierno.
Pero ante la gravedad de los hechos, tuvo que
modificar su discurso y no solamente admitir la complejidad del fenómeno, sino
solicitar el auxilio del Gobierno Federal a través de la Gendarmería Nacional,
además del que ya le brindaban corporaciones como la Marina y el Ejército
Mexicano, sumadas a las fuerzas estatales de seguridad en el Grupo de
Coordinación Veracruz.
Sin embargo, la violencia no se ha detenido. Y
se antoja difícil que la Gendarmería Nacional pueda contener a las bandas
criminales, pues el número de elementos que fueron enviados a Veracruz apenas y
supera los 300 efectivos, y por ahora se mueven únicamente en la zona central
del estado.
Adicionalmente, a la violencia criminal hay
que agregar la violencia política que ya se registra en algunos puntos de la
entidad en la víspera del inicio formal de las campañas para la renovación de
los 212 ayuntamientos del estado, procesos en los cuales la delincuencia
organizada también hace sentir su influencia a través de los “métodos” que le
son propios.
El problema de la seguridad ha rebasado por
mucho, al menos en términos de “percepción”, al de la quiebra de las finanzas
del estado. Y se va a necesitar una estrategia mucho más efectiva para hacer
frente a los abiertos desafíos de los criminales a la autoridad.
Contrario a lo expresado por el gobernador
Yunes Linares, la declaración de “guerra” de la delincuencia sí le atañe a su
gobierno. Porque esa guerra es contra toda la sociedad veracruzana.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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